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Ha pasado ya un año desde la partida de Diego Armando Maradona, pero, aún su carisma, sus hitos, su forma tan excelsa de jugar al futbol retumba en cada cancha y cada escudo que defendió con el alma, porque el diego era así, era apasionado, alegre, vivaracho, un “pibe” que disfrutaba hacer magia con la pelota, misma que, parecía tener un pacto con él, difícil de domina para muchos, pero… en los pies del Diego, noble, dócil e increíble.
A Maradona se le podrá recordar de muchas maneras, tanto por la leyenda deportiva que forjo jugada tras jugada, como por sus excesos, mismos que se encargaron de recordarnos que “D10S” también era humano, con errores, con una vida privada fuera del terreno del juego, pero, siempre entregado a su pasión, sus pasiones.
Han pasado 11 mil 909 días desde que Maradona deleito al mundo, NO con una jugada, ni tampoco con un golazo, sino, con una peculiar forma de calentar previo a un partido, durante la fresca noche del 19 de abril de 1989, en el Estadio Olímpico de Múnich, el Diego saltó a la cancha para mover los músculos, se le veía confiado a pesar de estar en terreno rival y eso se reflejó en la hipnótica danza que realizo junto a la pelota.
A ritmo de “Live is Life” de la banda Opus, Maradona le regaló al mundo una de las escenas más memorables de todos los tiempos, fiel a su esencia por supuesto, tan mítica como “La mano de Dios”, así de mítico es “El entrenamiento de Maradona”, ese día, en ese momento, el Diego nos enseño sin palabras que… sin importar la presión, el lugar, las condiciones, nada, pero absolutamente NADA, deberá mermar tus ánimos, pero sobre todo, NADA puede arruinar esos pequeños placeres que te hacen disfrutar esta vida, que nadie pidió por supuesto, pero, que es sencillamente increíble vivir.
En cuanto a lo deportivo, esa noche el Bayern Múnich comprobó el poderío de un Napoli comandado por “D10S”, el cual, los desterró del sueño de llegar a la final de la UEFA 1988/89 tras un marcador global de “4 – 2”, para posteriormente ser campeones derrotando al Stuttgart.
Maradona es sinónimo de buen futbol, el buen futbol es uno de los mejores placeres de vivir y “vivir es vida”
