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12 canciones esenciales para entender y disfrutar a Stevie Wonder

En este infame 2020 cumplen 70 años dos de los músicos más creativos y exitosos de la historia reciente: Peter GabrielStevie Wonder. Del primero ya hicimos un repaso aquí con parte de sus canciones más destacadas. Hoy le toca a Stevie Wonder, quien despuntó como compositor siendo aún menor de edad y quien vivió su edad de oro durante la década de los 70. Hemos escogido, no sin dificultad, por lo extenso y granado de su repertorio, una docena de canciones, seguramente de las más conocidas que llevan su firma, incorporando otras tantas alternativas que vale la pena escuchar detenidamente, ya que no han tenido el mismo eco y merecen al menos la misma repercusión.

1 Uptight (Everything’s Alright) (Up-Tight, 1965)

Ciego desde poco después de nacer, Wonder fue un niño prodigio conocido como Little Stevie Wonder que firmó ya su primer contrato a los once años con el sello Tamla Motown. Antes de cumplir los 13 ya había editado tres discos, uno de ellos en directo que se había encaramado a los más alto de las listas. Con esa edad, ya tuvo su primer número uno en single, “Fingertips”, aunque no era una composición suya. Hubo que esperar un par de años hasta que un tema coescrito por él se convirtiera también en éxito. Según comentó a Silvia Moy y Henry Cosby, quienes le ayudaron en la composición, quería algo con el ritmo de “(I Can’t Get No) Satisfaction” de The Rolling Stones, quienes le habían dejado impresionado en una gira que habían compartido. Moy escribió la letra sobre un hombre pobre al que una mujer rica consigue apreciar y amar por lo que realmente vale, pero se olvidó de pasarla a Braille en el momento de grabarla, así que en el estudio fue cantándole el texto a Wonder por adelantado y él se dedicó a repetirlo poniendo su especial voz. Por cierto, este es el tema que Oasis plagió en “Step Up”, una canción que iba a ser incluida en su segundo disco pero que se retiró a última hora por el más que evidente parecido.

2 For Once in My Life (For Once in My Life, 1968)


Compuesta por Ron Miller y Orlando Murden para el sello Motown, sobre la sensación de encontrar a alguien especial, la canción empezó como una balada grabada por, entre otros, Connie Haines, Jean DuShon, Barbara McNair, The Four Tops, Martha & The Vandellas, The Temptations, Tony Bennett o Carmen McRae. Sin embargo, fue el arreglo de Stevie Wonder, mucho más rítmico y dinámico, el que la condujo al éxito. En un principio, el dueño del sello, Berry Gordy, no permitió que se editase, ya que no le gustaba la versión de Wonder, archivándose en un cajón durante un año, aunque finalmente el Departamento de Control de Calidad de Motown lo convenció de que lo hiciera. Acabó llegando al puesto número 2 de las listas, por debajo de “I Heard It Through the Grapevine” de Marvin Gaye, otro tema que Gordy había vetado en un principio. En esta, la interpretación que acabó convirtiéndose en la definitiva, destaca el bajo de James Jamerson, improvisado y sin repetir dos notas en toda la canción, y la armónica del propio Wonder.

3 Signed, Sealed, Delivered I’m Yours (Signed, Sealed, Delivered I’m Yours, 1970)

Ya con 20 años, Wonder produce por primera vez uno de sus singles e incorpora también a un coro femenino en este tema que habla de un hombre que regresa para estar de nuevo con su chica y se pone totalmente a su disposición. El título de la canción (“Firmado, sellado, despachado, soy tuyo”) es la expresión que su madre le dijo cuando le escuchó jugar con la melodía mientras la componía. Peter Frampton haría una conocida versión poco después que incluía elementos de otra canción de Wonder, “For Once in My Life” y los coros de Mick Jagger.

4 Superstition (Talking Book, 1972)

Dos años después, Wonder editaba su decimoquinto álbum en menos de una década, Talking Book, el primero de una serie irrepetible de discos inmaculados que Wonder publicó durante los años 70. En este caso, sabiendo que el guitarrista Jeff Beck era seguidor suyo, y con la intención de acercarse a un público más cercano al rock, lo invitó a colaborar en su disco a cambio de cederle una canción. Beck empezó tocando la batería y, sobre esa base, Wonder compuso este tema, incluyendo la parte que parece una guitarra y que realmente era un clavicordio Hohner Clavinet D6 amplificado eléctricamente, con una letra que habla de los peligros de creer en supersticiones (con menciones a pasar por debajo de una escalera, romper un espejo o el número 13). Cuando Berry Gordy la escuchó, convenció a Wonder de que debía incluirla en su propio disco y editarla antes que Jeff Beck, seguro de su potencial comercial. Beck la grabaría después con su banda Beck, Bogert & Appice, pero sin conseguir la más mínima repercusión.

5 You Are the Sunshine of My Life (Talking Book, 1972)

Fue uno de los grandes éxitos de Wonder, pero no deja de sorprender su trabajo a la producción y con el piano, a pesar de su sobrexposición. El ‘rayo de luz’ que Wonder menciona -y la destinataria de esta canción de amor honesto e incondicional- era su mujer, Syreeta Wright, quien había empezado como recepcionista en Motown para acabar componiendo para el sello y grabando sus propios discos. Tras casarse en 1970 con Wonder, Wright escribió con él varias canciones antes de divorciarse a mediados de 1972, el mismo año en que se editó este tema grabado improvisadamente en los estudios Electric Lady de Nueva York con sus músicos tras darles unas breves indicaciones.

6 Living for the City (Innervisions, 1973)

Después de que Marvin Gaye diera un vuelco a la temática de las letras en el mundo del soul con What’s Going On (1971), otros autores empezaron a componer textos con temática social y política. Es el caso de este tema, que habla de un joven negro que crece en el seno de una familia pobre en Mississippi y que experimenta en sus carnes la discriminación al buscar trabajo. Tras marchar a Nueva York para intentar progresar en su vida, acaba cayendo en pequeños delitos que lo llevan a ser condenado a diez años en prisión. Para dotarle de más realismo, Wonder incluyó sonidos de las calles -como conversaciones de la gente, autobuses, tráfico y sirenas-, redondeando una canción en la que canta, hace coros y toca todo: un piano Fender Rhodes, un sintetizador T.O.N.T.O., un bajo hecho con un sintetizador Moog y la batería.

7 Higher Ground (Innervisions, 1973)

Lo curioso de esta canción que habla de la reencarnación y de segundas oportunidades, y que Wonder compuso y grabó en tres horas, como si una inspiración divina le empujase a ello, es que parecía querer adelantarse a algo, ya que, pocas semanas después, concretamente el 6 de agosto de 1973, Wonder sufría un grave accidente de circulación mientras estaba de gira en Carolina del Norte que lo tuvo en coma varios días. Conociendo lo que le gustaba escuchar música, su mánager empezó a tararearle precisamente este tema en su oído y supieron que Wonder podría recuperarse cuando este comenzó a mover los dedos. Una vez más, Wonder canta y toca todo: un clavicordio Hofner amplificado electrónicamente, una línea de bajo creada con un sintetizador Moog y la batería.

8 You Haven’t Done Nothin’ (Fulfillingness’ First Finale, 1974)


Con su ritmo funk, “You Haven’t Done Nothin” fue uno de los dos singles extraídos de su álbum de 1974, aunque en ella ya queda claro que se trata de un trabajo más personal, reflexivo, sombrío y desnudo que sus dos anteriores discos. En este caso, la diana de este ataque explícito y airado era el Presidente Richard Nixon, quien dimitiría dos días después de que se editase el single el 7 de agosto de 1974, reflejando en su texto lo que muchos de sus conciudadanos sentían. Además de la aparición de una caja de ritmos, una de las primeras veces que se podía escuchar en una grabación, cuenta con los coros de The Jackson 5. En esta ocasión, Wonder tocó todos los instrumentos excepto el bajo. 

9 Sir Duke (Songs in the Key of Life, 1976)

El segundo disco de Wonder, a sus 12 años (Tribute to Uncle Ray, 1962) ya estaba dedicado a Ray Charles. Otra canción suya, “Bye Bye World”, de su álbum de 1968 Eivets Rednow, recordaba al guitarrista Wes Montgomery. Sin embargo, sería “Sir Duke” donde Wonder expresó más claramente su pasión no solo por el jazz, sino por lo universal que puede ser la música. En este caso, el homenajeado principal era Duke Ellington, una de sus principales influencias, quien había fallecido dos años antes, aunque también se recuerdan a otros músicos como Count Basie, Glenn Miller, Louis Armstrong y Ella Fitzgerald o Sodarisa Miller, en una canción que recoge elementos del jazz, el doo-woop o el swing para encuadrarlas en una estructura pop haciendo sencillo lo que resulta imposible para el resto de los mortales.

10 Isn’t She Lovely (Songs in the Key of Life, 1976)

“Isn’t She Lovely?” (“¿No es ella maravillosa?”) es, como se podría pensar, una canción compuesta para celebrar el nacimiento de su hija Aisha. No solo eso, sino que Wonder menciona también en la canción a su mujer, Yolanda Simmons (con el apodo de Londie), quien la había engendrado. El corte se abre con el audio de una niña en el momento de nacer y tiene una larga coda final con una parte de armónica que fue casi totalmente improvisada en el estudio. En esta parte se intercala otro audio de una grabación de Aisha jugando con Stevie Wonder en la bañera de su casa, quien llega a decir: “Vamos, Aisha, sal del agua, querida”. En ella, Wonder vuelve a tocar todos los instrumentos salvo algunas partes de los teclados. Aisha participaría posteriormente en el disco editado por su padre en 2005 cantando con él “How Will I Know”.

11 Master Blaster (Jammin’) (Hotter tan July, 1980)

Con el excelso disco de 1979, Stevie Wonder’s Journey Through “The Secret Life of Plants, Wonder acababa con una sucesión de cinco discos inmaculados publicados entre 1972 y 1979, una de las series más perfectas de la historia de la música. En ese álbum no había un tema claramente destacado, algo que sí consiguió “Master Blaster (Jammin’)” de su trabajo del año siguiente, Hotter than July. Con su ritmo reggae, se trataba de un homenaje a Bob Marley, con quien había compartido gira, y en ella habla de un mundo en el que la gente vive unida y en paz, una vez desaparecidas la guerra y el hambre. De hecho, el subtítulo de la canción, “Jammin’” coincide con uno de los temas del disco Exodus (1977) de Marley, mientras que su título bien se puede entender como una referencia a cualquier poder superior en el que uno crea, incluso Dios.

12 Do I Do (Stevie Wonder’s Original Musiquarium I, 1982)

Digamos que en los últimos años Stevie Wonder no ha conseguido grabar casi nada que se pueda equiparar a lo que hizo en los 70. Si acaso, podríamos rescatar “My Love Is on Fire” de su álbum de 2005 A Time to Love, tal vez el más recomendable de estos años. O su single de 1982, “Do I Do”, una de las cuatro canciones inéditas de su recopilatorio de aquel año, una jugosa rodaja de disco-funk que cuenta con la trompeta de Dizzy Gillespie e incluso con Wonder intentando rapear en la versión del tema aparecido en el álbum, que llegaba hasta los 10 minutos.

Bonus Track

Un lugar en el sol (single, 1970)

Al igual que otros artistas del sello Motown, Stevie Wonder grabó algunas de sus canciones en castellano, como “Mi ayer, tu ayer, el ayer” (“Yester-Me, Yester-You, Yesterday”), “Mi querido amor” (“My Cherie Amour”), “Por primera vez en mi vida” (“For once in My Life”) o este “Un lugar en el sol” (“A Place in the Sun”), que no deja de ser una curiosidad en su larga e imprescindible trayectoria.


via Ultrasonica

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