Fue dada en matrimonio a Serapio Martínez a sus 14 años, naciendo su primer hijo un año después y quedando temporalmente sola cuando su esposo se unió a las huestes revolucionarias. Su esposo regresó al cabo de un par de años. Con él tuvo dos hijos más para luego quedar viuda en 1914.
Experiencia con los hongos
Su primer contacto directo con la ingesta ritual de hongos, lo tuvo entre los cinco y siete años durante una ceremonia celebrada en su casa para tratar de sanar a uno de sus tíos. Aunque en aquella ocasión no los ingirió, tenía conocimiento de éstos. Así, mientras estaba en el cerro cuidando a los animales de sus abuelos, encontró algunos hongos similares a los que había visto durante la ceremonia, por lo cual, decidió consumirlos junto con su hermana, teniendo así su primera experiencia extática.
Posteriormente, durante su segundo matrimonio, María fue blanco de maltratos por parte de su nuevo esposo; un supuesto brujo llamado Marcial. Él fue quien verdaderamente le hizo conocer el mundo de la "magia". Sin embargo, se cuenta que Marcial, al sospechar que María le comenzaba a superar en conocimientos, empezó a arremeter con golpes hacia ella. Sabina estaba convencida de que pudo soportar estas agresiones gracias a la fuerza de los sagrados hongos. No fue sino hasta que Marcial se hizo de una amante, cuando sus días terminaron a manos de los hijos de María, los cuales, al contemplar la traición, lo mataron a golpes. Así Sabina quedaba nuevamente viuda, no obstante, ahora creía poseer el conocimiento para defenderse.
Lo más acertado que Sabina logró predecir fue la muerte de un exalcalde de Huautla llamado Erasto Pineda, muerto de un tiro por la espalda. Este hecho en la historia de Sabina, alimentó entre sus seguidores la creencia de que ingerir hongos facilitaba la aparición de fenómenos paranormales como la clarividencia.
La visita de Gordon Wasson
En 1952, un banquero estadounidense aficionado a la micología llamado Robert Gordon Wasson, encontró un reportaje de Robert Graves, publicado en el periódico Ciba de Nueva York, sobre el uso de hongos en México. Según este texto, los frailes que llegaron durante la conquista de México, habían dejado testimonio del cómo estos hongos se ingerían durante cultos ancestrales. Esto interesó a Robert Gordon Wasson, quien desde 1927 realizaba estudios sobre el uso de los hongos en diferentes culturas. En 1955, en compañía de su esposa Valentina Pavlovna, realizó un viaje a la sierra Mazateca, donde luego de varias negociaciones, es recibido por María Sabina quien realiza con ellos una vigilia nocturna, enseñándoles parte del uso y proporcionándoles muestras de los hongos. Durante varios días, grabaron pláticas en cintas magnetofónicas, las cuales fueron transcritas a un sistema fonético de escritura y traducidas al español e inglés. También tomaron fotografías de las ceremonias con luces estroboscópicas. El 13 de mayo de 1957, la revista Life publicó un extenso artículo ilustrado de Robert Gordon Wasson en el cual describía las veladas con hongos con María Sabina. Esto dio lugar a que un gran número de personas se aventurara a las regiones montañosas y boscosas de México, con el fin de descubrir por sí mismos las setas con poderes visionarios.
Quince años después, en 1968, Robert Gordon Wasson publicó el libro El hongo maravilloso: Teonanácatl Micolatría en Mesoamérica, donde expone al público estadounidense el ritual y uso de los “niños” en la cultura Mazateca. Como el pivote del libro era María Sabina, ésta recibió una fenomenal publicidad en la época de apogeo de la cultura hippie estadounidense, que entre otras cosas, se caracterizaba por el uso de sustancias alucinógenas. Este libro marca un vuelco en la vida de María Sabina quien empieza a recibir la visita de personas ajenas a su comunidad, tanto de mexicanos como extranjeros, muchos de los cuales viajan en la búsqueda de una experiencia psicodélica con los hongos, y algunos otros como parte de un trabajo de investigación.
En 1986 se publica un reportaje titulado “María Sabina de Huautla ¿Isis sin velo?”, de Ramón Méndez Estrada, donde se describía otra parte de la vida de María Sabina, en especial de sus últimos meses. «La última vez que vi a María Sabina, en septiembre de 1984, unos catorce meses antes de su muerte, la vi muy cansada, muy pequeñita; estaba impaciente, no quería conversar. Iba y venía continuamente por la habitación; estaba cansada, creo yo, que de escuchar las mismas preguntas de curiosos impertinentes por treinta años consecutivos, y de tener que defender sus mismas respuestas milenarias». Con la difusión por parte de Wasson, logró entre muchas cosas, mandar a una gran cantidad de visitantes hacia Huautla.
A algunos solo los movía el deseo de alguna aventura psicodélica, faltando al respeto a esta forma de proyección espiritual. Sabina, molesta por la falta de respeto, expresó: «Mucha gente se aprovechó de mí. Recuerdo aquella vez cuando volvió a llegar Wasson; me regaló un disco en el que venían mis cantos. Le pregunté cómo le había hecho, nunca imaginé oírme a mí misma. Estaba disgustada porque en ningún momento le había autorizado a Wasson que robara mis cantos. Mucho tiempo anduve llorando por esto y el insomnio no me dejaba dormir».
Llegaron hasta su casa agentes federales, esculcaron su vivienda y a ella se la llevaron en un automóvil con todo lo que habían encontrado en su choza, aunque fue inmediatamente puesta en libertad. María Sabina le dijo al presidente municipal (en ese entonces Genaro Teran): «Tú sabes que nuestra gente no usa el tabaco que ese desdichado afirma que yo vendo. Me acusa de traer gringos a mi casa, ellos llegan a buscarme, me toman fotografías, platican conmigo, me hacen preguntas, las mismas que ya he respondido muchas veces». Por último ella decía que la fuerza de los “niños santos” había disminuido ya que se les había tomado, literalmente, como un juego, por lo cual, ella sería la que pagaría. Creía que se había quedado con todas las enfermedades que curó y que fue el costo por su don.
María Sabina murió en 1985 en una condición económica de pobreza, ya que no tenía ningún sistema de cobro establecido por sus servicios. Solo recibía de sus pacientes lo que estos querían darle.
Como médica tradicional María Sabina dejó a su nieto Filogonio como su sucesor.
Entre los famosos que la visitaron están:
Walt Disney
Dicen que gracias a sus viajes psicodélicos con María Sabina configuró su universo fantástico. Incluso, hay el rumor de que él mandó a construir la pista de avionetas cercana a Huautla, para que fuera más fácil llegar con la curandera.
Robert Wasson
María Sabina Magdalena García, había sido encomendada para modular el viaje introspectivo y sensorial de Robert Gordon Wasson, escritor, micólogo y banquero; una figura clave en la viralización a nivel mundial de la figura de María Sabina, su ubicación, sus métodos de sanación y sus dones portentosos.
Albert Hofmann
El químico suizo y padre del LSD, visitó a María Sabina el 11 de octubre de 1962 que para darle 30 mg de psilocibina sintética a ella, a su hija y a otro chamán mazateca, con la esperanza de que los expertos aprobaran su nuevo fármaco basado en esta sustancia.
Roger Heim
Este micólogo francés fue director del Laboratorio de Criptogramia del Museo de Historia Natural de París, poseía en su laboratorio una gama de hongos, los cuales fueron enviados al Dr. Hofmann y gracias a ello aislar los principios activos: la psilocibina y la psilocina. A través de sus escritos Heim nos confirma la "personalidad poderosa" de María Sabina.
Aldous Huxley
Los apuntes del escritor Aldous Huxley sobre su experimentación con mezcalina y psicloscibina son de los más importantes que se han develado en el mundo. Sin embargo, de lo poco que se sabe, Huxley visitó México en los años 30's con un propósito meramente social, influenciado por la teoría de su entrañable amigo el escritor D. H. Lawrence. Huxley viajó a Oaxaca y a otras ciudades de Centroamérica para corroborar si la solución a la decadente moral europea de la época.
Timothy Leary
Existen escritos que dicen que en el año 1961, el Dr. Leary fue a la sierra mazateca, comió hongos sagrados donde descifró la "piedra Rosetta de la consciencia" de la mano de la chamana Sabina y desde aquél día se empeñó en fundar una nueva religión basada en la espiritualidad del reino fungi.
Fernando Benitez
Uno de los antropólogos más sofisticados que ha tenido México es que hizo varias visitas a la cultura mazateca, y a su trabajo de campo de la mano de los hongos y de personajes como María Sabina, entre otros oriundos de la región.
Jacobo Grinberg Zylberbaum
Este psicólogo mexicano visitó Huata: "Tardé varios años en entender apreciar mi experiencia. María Sabina me había mostrado uno de mis refugios emocionales, mi incapacidad para vivir en el presente y mi tendencia a huir de la realidad para guarecerme en una estructura de comodidad. Le agradezco mi terrible enseñanza".
Carlos Castaneda