Sara García

Sara García Hidalgo nació en Orizaba, Veracruz el 8 de septiembre de 1895 fue una actriz conocida como la abuelita del cine mexicano por interpretar en sus películas al estereotipo de la abuela mexicana. Compartió créditos con prácticamente todos los actores de la época: Cantinflas, Jorge Negrete, Pedro Infante, Joaquín Pardavé y Tin Tan.

Sara fue la décimo primera hija de dos españoles originarios de Andalucía y la única sobreviviente, pues los otros 10 habían fallecido, sus padres fueron Isidoro García Ruiz y Felipa Hidalgo Ruiz. Su padre, arquitecto de profesión, llegó a Veracruz procedente de La Habana, Cuba, en camino a Monterrey, Nuevo León, donde había sido contratado para varios proyectos. A principios de 1900, Sara se contagió de tifu e infectó a su madre, quien falleció meses después.

Un día que iba por la calle, en la esquina de Balderas y Juárez, vio a una multitud. "¿Qué están viendo?", preguntó. "Están filmando una película de Mimí Derba", contestó una señora.

Seguramente Sara tenía una mirada de fascinación, por esta causa, el director de la cinta se acercó a ella y le preguntó: "¿Le gusta esto? ¿No quiere trabajar con nosotros?". Ese señor que hizo que Sara García entrara al cine se llamaba Joaquín Coss. En ese entonces, tenía 22 años, hizo su debut como actriz en 1917, cuando el director, actor y funcionario de Azteca Films, Joaquín Coss la invitó a participar en lo que sería su primera película, "En defensa propia".

El cine la llevó al teatro y comenzó a interpretar papeles pequeños. Fue así que se integró a la "Compañía de Comedia Selecta" en el teatro Virginia Fábregas, donde compartió escenario con el primer actor Eduardo Arozamena "El Nache" y la actriz Sara Uthoff.

En corto tiempo, su magnífica dicción y voz le dieron prestigio y le permitieron formar parte del repertorio de las compañías más destacadas del momento: Mercedes Navarro, Prudencia Griffel y las hermanas Anita e Isabel Blanch.

Su trabajo la llevó a viajar por toda la república, pasando de compañía en compañía. Es en la de Mercedes Navarro donde conoció a Fernando Ibáñez, con quien contrajo nupcias y viajó durante más de dos años por todo el país y Centroamérica, hasta que en una parada en Tepic, Nayarit, dio a luz a su única hija, Fernanda Mercedes.

Tiempo después la relación con Fernando Ibáñez terminó y Sara retomó su trabajo como actriz de teatro. Posteriormente comenzó a ser solicitada para papeles en el cine sonoro y obtuvo su primer rol estelar en la cinta "Así es la mujer" (1936). A esta siguieron "No basta ser madre" (1937), en la que también su hija incursionó en la actuación; así como "Por mis pistolas" (1938) y "Papacito lindo" (1939), tras lo cual tuvo que superar la muerte de su hija a causa de fiebre tifoidea en 1940.

Su leyenda como "La Abuelita del Cine Nacional" surgió con la filmación de la cinta "Allá en el trópico" (1940), de Fernando de Fuentes, pues a pesar de ser muy joven interpretó el papel de una anciana.

Para aparentar la edad del personaje que interpretó, se apoyó en una peluca que, según sus propias palabras, "fue una obra maestra", así como por la carencia de todos sus dientes, que ella misma se quitó para interpretar un papel en teatro, decien que hasta se fracturó a propósito una rodilla para tener un uso natural del bastón.

Sin duda, entre lo más recordados de este personaje, están las películas "Los tres García" y "Vuelven los García", ambas de 1946; así como "La tercera palabra", junto a Prudencia Griffel y Marga López.

Aparte de su carrera cinematográfica, Sara también trabajó en la radio y la televisión, y hay quien la recuerda más por su mal carácter y sus poses de diva. Su debut en la televisión nacional fue en 1952 en un programa titulado "Media hora con la abuelita", el cual fue un fracaso.

En 1960 Fernando Villeli escribió "Un rostro del pasado", una impactante telenovela del género policíaco que resultó ser todo un éxito, al que siguieron "La gloria quedó atrás" (1962), "La duquesa" (1966), "Anita de Montemar" (1967); "Mi maestro" (1968), "Telenovela mensual" (1972) y "Mi rival" (1973).

Su regreso a la televisión, en 1974, fue triunfal al interpretar a la nana "Tomasina" en la telenovela "Mundo de juguete", que duró más de cuatro años; a esa popularidad se sumó el que se convirtiera en la imagen de una marca de chocolate "Abuelita" misma que se conserva hasta la actualidad. Su último proyecto en la pantalla chica fue la telenovela "Viviana" (1978) junto a Lucía Méndez.

Se caracterizó también por apoyar desinteresadamente a jóvenes actores y actrices como Pedro Infante, Jorge Negrete y Prudencia Grifell. Sara García murió el 21 de noviembre de 1980, dejando como legado miles de montajes que testimonian la trayectoria de una mujer que dejó la vida en las tablas.


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