Consumidores no ven funcionalidad en el nuevo etiquetado

A más de dos meses de su implementación, el etiquetado frontal de alimentos sigue causando confusión y ha sido poco valorado por los consumidores, quienes dicen no entender el nuevo esquema y ser poco práctico para sus fines de consumo, por lo que en varias ocasiones es ignorado.

El esquema basado en un etiquetado octagonal de color negro, proviene de un país con distintas características a las de México, fue retomado y propuesto por distintas organizaciones con la finalidad de combatir el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, el nuevo etiquetado ha sido percibido como una modificación que no ayuda a entender el contenido de los productos, ni marca diferencia a la hora de la elección y mucho menos ayuda a comprender las porciones que se deberían consumir a decir de los consumidores.

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Durante la encuesta realizada por el equipo de RENEGADO las personas comentaron que su consumo no ha cambiado, pues al acudir a comprar algún producto no importa la cantidad de sellos su decisión se mantiene, sobre todo para los productos que ya se conocen y desean de manera indistinta a los niveles de azúcar, grasas o calorías que contengan.

Sumado a ello, mencionan que se trata de un sello que no les proporciona mayor información para poder realizar una decisión ya que no saben a qué cantidad se refiere el exceso o con qué parámetros fue calculado, por lo tanto parece una medida generalizada que no ayuda y no se entiende.

Y es que en México, en la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la obesidad en México afecta al 75% de la población adulta y al 35.6% de la población infantil, un problema que tiene su origen en varios factores, como lo son la dieta del mexicano, falta de activación física y la falta de una educación alimenticia que proporcionaría las herramientas necesarias a la población para tomar correctas decisiones y así disminuir los problemas de las enfermedades no transmisibles.

El nuevo esquema del etiquetado nutrimental, utilizado bajo una imagen octagonal negra para advertir a los consumidores sobre el contenido de los alimentos altos en grasas, azúcares, sodio y calorías sigue sin ser eficaz, incomprendido y poco útil para la toma de decisiones de los consumidores, una herramienta que debería ser acompañada con una campaña informativa, educativa y promoción de la actividad física para obtener resultados.


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