Después de la controversia surgida por la solicitud de Six Flags México para talar árboles en la alcaldía Tlalpan con el fin de construir una nueva atracción, la empresa ha anunciado que acatará las resoluciones de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) y ha encontrado una solución alternativa.
En respuesta a la negativa de Sedema, Six Flags México emitió un comunicado en el que asegura que siempre ha cumplido con las leyes ambientales vigentes y que ha decidido no derribar un sólo árbol para la instalación de su nueva montaña rusa. En su lugar, la atracción será reubicada dentro de otra zona del parque.
«Nos complace informar que hemos encontrado una solución que responde a la petición de las autoridades y al sentir de los vecinos, siempre en pro del medio ambiente. Reafirmamos nuestro compromiso con la Ciudad de México y aseguramos que no se derribarán árboles para la instalación de nuestro nuevo Roller Coaster,» declaró la empresa.
Six Flags México destacó la importancia de la consulta vecinal propuesta por las autoridades para conocer y atender las opiniones de la comunidad local.
«Estamos entusiasmados con nuestro nuevo y único Roller Coaster, que celebrará nuestro 25 aniversario en México, mejorando la oferta turística de la ciudad y generando empleos, especialmente para los habitantes de Tlalpan,» agregó la firma.
La reubicación de la nueva atracción de Six Flags no solo demuestra el compromiso de la empresa con el medio ambiente y la comunidad, sino que también refuerza su posición como una opción de entretenimiento sustentable para miles de familias en México. Con esta decisión, Six Flags México busca mantener un equilibrio entre la innovación en su oferta de atracciones y la conservación del entorno natural.