Recientemente se ha registrado más de una veintena de microsismos en la Ciudad de México, los cuales han tenido epicentro en las alcaldías Álvaro Obregón, Benito Juárez y Magdalena Contreras y que podrían estarse generando a poca profundidad en una falla geológica recién descubierta por investigadores de la UNAM en la zona de Plateros-Mixcoac.
De acuerdo con expertos del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta falla se habría reactivado recientemente debido a la acumulación de tensión en la región, al hundimiento del Valle de México y a la recarga del acuífero en la Sierra de las Cruces, que alimenta la Zona Metropolitana.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), los microsismos que se han registrado en dicha zona de la Ciudad de México han tenido una profundidad menor a 1.4 kilómetros y sus magnitudes han oscilado entre 1.1 y 3.2. De acuerdo con los especialistas de la UNAM, esta falla geológica -detectada gracias a una grieta- comienza al poniente del Anillo Periférico, cruza la avenida Revolución y finaliza pasando la avenida Río Mixcoac.
¿Se podría generar un fuerte sismo en esta falla?
Los microsismos en la zona de Plateros-Mixcoac han generado no sólo la apertura de esta grieta en la calle, sino también en las casas por las que pasada y en las grandes edificaciones características de la zona, por lo que es necesario revisar constantemente los daños y evaluar su comportamiento luego de los temblores.
Y aunque los habitantes están conscientes de que vivimos en una zona altamente sísmica y que los movimientos generados en las costas se perciben en el centro del país, el miedo de que en la capital se genere un sismo de mayor magnitud en esta falla geológica recién descubierta es ahora latente. Ante este panorama, el investigador Pedro Vera Sánchez, jefe del Departamento de Posgrado de la escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) ha tratado de responder a esta duda.
El especialista explicó que la falla geológica Plateros-Mixcoac no es de gran tamaño como las de Cocos o la Norteamericana, que son las que generan los fuertes sismos en México debido a que liberan enormes cantidades de energía; sin embargo, estas pequeñas fallas operan exactamente igual que las grandes, es decir, con fricciones entre bloques de la corteza terrestre.
Afortunadamente, “la posibilidad de que las fallas geológicas de la Ciudad de México originen un sismo de magnitud mayor a cinco con repercusiones graves en la capital es latente, aunque muy poco probable”, apuntó el ingeniero geólogo.
Descartó que la actividad humana -como la construcción del Metro o de grandes edificios- tenga algo que ver en la generación de estos temblores; asimismo, recordó que la magnitud de los microsismos en la CDMX no han sido mayores a los 3.2 grados, tal como indicó el SSN, sin embargo, debido a que se generan a muy poca profundidad es que los ciudadanos los sienten fuerte.
“Normalmente la disipación de la energía en un microsismo ocurre en un periodo de tiempo muy corto y muy localizado, por eso es que la sensación de la gente es que fue como un brinco, una sacudida muy corta e intensa, por la poca profundidad, pero también por la poca duración del evento, puesto que al final las ondas sísmicas que se liberan se disipan en este pequeño espacio”, agregó Vera Sánchez.
Finalmente, el experto de la ESIA del IPN explicó que la de Plateros-Mixcoac no es la única falla geológica que cruza la Ciudad de México, pues en años recientes se han ubicado otras en las zonas de Copilco, Santa Catarina, Mixhuca y San Lorenzo Tezonco, aunque todavía se sabe poco sobre sus características y posibles implicaciones.