De ofrenda a trago: La Cerveza de Pan de Muerto que conquista la colonia Roma

En el bullicio de la Colonia Roma, donde el aroma a pan recién horneado se mezcla con el de lúpulos fermentados, Falling Piano Brewing Co. ubicado en Coahuila 99 ha transformado uno de los íconos del Día de Muertos en una bebida refrescante y nostálgica: una cerveza que sabe a pan de muerto. Inspirada en el dulce pan con flor de azahar, mantequilla y azúcar, esta edición limitada captura la esencia de la tradición mexicana en un sorbo, fusionando herencia cultural con la innovación cervecera artesanal.

Cada otoño, las panaderías mexicanas se llenan del perfume inconfundible de la flor de azahar, anunciando la llegada del Día de Muertos. El pan de muerto, con su forma redonda y sus bolillos cruzados simbolizando huesos, es el alma de las ofrendas familiares y las mesas compartidas. Ahora, esta delicia ancestral ha encontrado una nueva vida en forma líquida gracias a la visión de Diego Lara, fundador de Falling Piano Brewing, una cervecería independiente que desde 2017 experimenta con sabores locales para crear "experiencias líquidas con sello mexicano".

El Secreto Detrás del Sabor: Un Proceso que emula la magia del pan

Todo comienza con una selección meticulosa de maltas base que evocan el pan horneado, complementadas con flor de azahar –el aroma estrella del pan de muerto– y cáscara de naranja para un toque cítrico vibrante. Pero el ingrediente estrella es el pan de muerto real, incorporado directamente en el "mash", la fase inicial de la elaboración cervecera donde los granos se convierten en azúcares fermentables. “Literal le echamos pan de muerto al mash. Queremos que tenga la magia, la jiribilla y el regusto del pan mismo”, explica Lara desde el corazón de la cervecería, donde el aroma a cebada tostada y naranja impregna el aire entre fermentadores y el suave jazz del tap room. El resultado es una Brown Ale de cuerpo medio, con notas dulces, tostadas y especiadas que despiertan recuerdos en cada sorbo. “Desde el primer trago te va a recordar al pan de muerto. Es como una mordida líquida”, asegura el creador.Esta cerveza no es un experimento casual: es un homenaje consciente a la tradición, inspirado en pioneros como un amigo cervecero de La Chingonería, quien lanzó la idea años atrás. Falling Piano ha colaborado con ellos en el pasado y ahora presenta su versión única, rindiendo tributo a la comunidad artesanal mexicana.

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Edición Limitada: Solo una vez al año, hasta agotarse

Producida en un lote exclusivo de 2,400 litros, esta cerveza sale a la venta una sola vez al año y se agota con rapidez. Para 2025, estará disponible a partir del martes 14 de octubre en el tap room de la Colonia Roma, ya sea en barril por pinta (100 pesos) o en lata (110 pesos). Además, se podrá disfrutar en AllWood BBQ, un aliado gastronómico de la cervecería, donde marida perfectamente con carnes ahumadas.“La combinación de comida ahumada con esta cerveza es brutal: el dulzor del pan de muerto se equilibra con el humo y las especias de los cortes. Es una experiencia redonda”, detalla Lara. Esta sinergia resalta el enfoque de Falling Piano en pairings que elevan la cerveza artesanal más allá de lo convencional.

Una cervecería con raíces locales y espíritu colaborativo

Fundada en mayo de 2017, Falling Piano Brewing debe su nombre a un piano suspendido del techo en su espacio, un símbolo de riesgo y creatividad que define su identidad. La cervecería prioriza proveedores locales, chocolaterías artesanales y colaboraciones con otras marcas mexicanas, fomentando el consumo responsable y el orgullo nacional. “Nos gusta mantenernos locales, trabajar con gente que comparte nuestra visión y seguir experimentando. Eso es lo que mantiene viva la cerveza artesanal mexicana”, enfatiza Lara.Esta filosofía se extiende a su cerveza de pan de muerto, que trasciende lo beverage para convertirse en un puente entre generaciones. Cada trago evoca infancias pasadas en hornos calientes, reuniones familiares y el honor a los difuntos. “Queremos que la gente pruebe algo que le despierte recuerdos, pero en una presentación distinta. De eso se trata hacer cerveza artesanal: de contar historias y mantener vivas las tradiciones”, concluye el fundador. En un mundo donde las tradiciones evolucionan, Falling Piano Brewing demuestra que el Día de Muertos puede celebrarse no solo con pan, sino con una cerveza que une pasado y presente en un brindis refrescante. Si buscas revivir la nostalgia de otoño, el tap room de la Roma espera con lotes limitados –¡apúrate antes de que se agoten!


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