Aunque a menudo se consumen indistintamente, caldo, sopa y consomé son preparaciones distintas en la cocina. Cada una tiene su función, textura y nivel de refinamiento, desde la base esencial hasta el plato completo o la entrada elegante.
El caldo es la base líquida obtenida al hervir lentamente huesos, carnes, pescados o verduras en agua, junto con aromáticos como cebolla, apio, zanahoria y hierbas. Su propósito principal es servir como ingrediente para otras preparaciones (sopas, salsas, risottos). Es transparente o ligeramente turbio, de sabor concentrado pero simple, y no se consume solo como plato principal.
La sopa es un plato completo que parte de un caldo, pero se enriquece con ingredientes sólidos: trozos de carne, verduras, legumbres, pastas, arroz o cereales. Puede ser espesa (crema, puré) o ligera, y a menudo se sazona con especias, hierbas o lácteos. Ejemplos: sopa de fideos, minestrone, crema de calabaza.
El consomé es el líquido resultante de la cocción prolongada de alimentos de origen animal en un líquido, es más concentrado que un caldo. Los consomés, en ocasiones, se clarifican utilizando otros ingredientes para eliminar todas sus impurezas. Se consume como una sopa, guarnición o plato fuerte. Los consomés más populares son los de borrego, chivo o res.
Aspecto | Caldo | Sopa | Consomé |
Base | Hervido de huesos/verduras | Caldo + ingredientes sólidos | Caldo clarificado |
Textura | Líquido, puede ser turbio | Líquida o espesa | Transparente, cristalina |
Uso | Ingrediente base | Plato principal | Entrada refinada |
Ejemplo | Caldo de pollo | Sopa de verduras | Consomé de res |