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A 29 AÑOS DE ÓRBITA 105.7

Era octubre de 1995 yo acababa de comprarme mi primer motocicleta, una Virago 535cc y siempre dije que cuando tuviera una moto me iría a Acapulco; y eso hice. Justo antes de tomar esa decisión mi amigo “El Zanahoria” a quien le decíamos así porque era pelirrojo y en efecto parecía una zanahoria, me preguntó que si había escuchado una nueva estación de radio llamada Órbita. Le contesté que no –en esa época yo era fan de Espacio 59 en el 590 de a.m.-

-          ¿Qué música tocan? Le pregunté

-          Puro rock en español Dijo El Zanahoria

-          Mira! Igual que en espacio 59

Lo primero que hice al encontrarme un radio fue sintonizar el 105.7 y en efecto, estaban tocando al Ritmo Peligroso, una banda –de las buenas- de rock mexicano. Eso fue “La Guerra Acaba” anunciaba la voz de Yuri Tabakova –Vaya nombre para una locutora. Cuando yo sea locutor también me voy a buscar un nombre mamón - pensé-.

Debo trabajar en esa estación. – Me prometí. Y la verdad es que desde niño –igual que muchos comunicadores que conozco- jugaba a hacer programas de radio, sí, grababa en un cassette canciones de los acetatos que compraba y entre canción y canción yo mismo presentaba las canciones o hacía mis comerciales.

Inspirado en gente que cambió la radio en México y que nombro de manera aleatoria: Luis Gerardo Salas, Martín Hernández, Jordi Soler, Alejandro González Iñarritu, Fernanda Tapia, entro otros. Ellos depositaron su ADN radiofónico en mí y por eso decidí estudiar Comunicación (De lo que me arrepiento de manera permanente)

Decía que con mi moto nueva me fui a pedir trabajo al HH Instituto Mexicano de la Radio IMER, de donde salía la señal de Órbita. Saqué una cita y me atendió un wey del que omitiré su nombre porque en una de esas está leyendo esto y no quiero herir sus sentimientos, él era el encargado de seleccionar a la gente que hacía el servicio social en el IMER.

-Vengo a pedir trabajo. Le dije

-Trabajo? Me preguntó

-Sí, quiero tener un programa en Órbita.

No se por qué no echó a reír mi entrevistador. Yo todo el tiempo pensé que estaría frente al reclutador de Recursos Humanos y no.

Era, como ya dije, un wey que sólo decidía qien entraba o no a hacer su servicio social al IMER.

-No, mira, para trabajar aquí necesitas experiencia, la tienes?

-No. Respondí

-Exacto. Mira lo que vamos a hacer es buscarte un lugar, pero la verdad no creo que sea en Orbita porque ya hay mucha gente ahí. Me explicó. –Yo te llamo.

Esa frase nunca ha sido de buen augurio para nadie. Agarré mi casco y me fui pensando que si de verdad quería estar ahí tenia que tener un Plan B.

Al otro día  pasé por mi amigo Juanito Farias (el del Festival Juguemos a cantar) a las cinco de la mañana para irnos a Acapulco.

Estaba echándome la sexta cerveza de la tarde, ese día, cuando recibí una llamada de mi madrecita, avisándome que me habían llamado del IMER para avisarme que debía presentarme YA en Orbita 105.7. -Madres- Gracias Má. Le dije a mi jefecita.

Esa noche terminamos el día en el Tabares viendo chichis, para regresar temprano al día siguiente a México D.F.

Cuando llegué al segundo piso del HH IMER se respiraba un aire distinto, con onda. Chicas por aquí, chicas por allá, nadie te voltea a ver, cada quien en su pedo, pero en buena onda, como muy metidos en su mundo, en su propio universo. Me recibió un camarada que con el tiempo se volvió un gran amigo: Agustín Barrera, que era como el segundo a bordo de la gerencia de la estación. Me dijo de lo que se trataba, que en realidad era ser el gato del gato del gato.

-No hay pedo, yo le entro, le dije. Y me mandó con Gustavo Rodriguez, otra gran persona que al igual que Agustín, se volvió un gran amigo.

-Se trata de colgar mantas de promoción en los puentes peatonales. Me dijo el Gus

- Mantas en los puentes? Qué pedo con este wey. Pensé

Y sí, todos los días llegaba a las 9 de la mañana, agarraba mi manta y me iba en la moto a los principales puentes peatonales de la ciudad de México a colgar una manta gigante con un enorme ojo morado que decía: “Orbita 105.7 La visión del Rock"

II

Así transcurrieron las primeras semanas, hasta que Tavito me dice: Quiero armar un equipo de promoción que regale cosas en la calle, le entras?

-A webo. Le dije, y en ese momento llega Rodrigo Enciso “El Wawis” a quien todavía nole decíamos “El Wawis”

-Ustedes dos váyanse a regalar estos boletos para el concierto deyanimeacuerdo. Dijo el Tavito y el Wawis y su servibar nos fuimos al Metro Coyoacán a regalar esos primeros boletos.

La verdad es que andar en la calle conociendo a la gente que escuchaba la incipiente estación estaba poca madre, pero lo que yo quería era tener un programa, ser locutor. Y lo que hice fue ir a la oficina del Sr Aníbal Cordova Galarza y decirle:

-Champion.  (Así era como se le debía llamar a cualquiera que estuviera en el piso dos del IMER) Quiero tener un programa.

-Tu y otro cien. Me contestó el “Champion” atinadamente, a propósito, tu quién eres eh? Espetó.

- A pus yo estoy con Gustavo en promoción.

- Ah tu eres el de la moto, tu eres “El Renegado” Yo no sabía si sí era yo, porque nunca nadie me había avisado que ya tenía apodo, o sea nunca te llega un memo diciéndote: “El pinche pendejo del Bazooka –que ya era locutor y de  los más cábulas- ya te puso de apodo “El Renegado” Así que sólo atiné a decirle:

- Sí, soy yo. Le contesté al Jefe Champión.

- Pues mira Renegado, hazme una propuesta y ya veremos.

Y en ese momento me senté a escribir la guión de un programa que sería conocido como “Belfegor” en donde se tocaría música Heavy Metal combinada con lectura de autores clásicos como José Agustín o Parménides García Saldaña, los de la onda pues.

Aníbal me la hizo de emoción alrededor de tres meses en los cuales yo seguía dándole a la promoción a la que ya se había sumado el mismo Tavito y como ya éramos tres: Wawi, Tavito y El Renegado, decidimos ponernos un nombre de batalla, por la onda orbital y porque somos re mamones le pusimos: El Trio Galaxia. Como aquella caricatura ochentera.

Un día de descanso obligatorio que es el 2 de Noviembre, ninguno de los huevones locutores se apareció por la cabina y yo, como siempre acostumbro cuando algo me apasiona, estoy siempre al pie del cañón. Bueno pues decía que no había ni un alma en aquel edificio excepto el operador Eddy Govea y su servibar, cuando de repente llega el Champión Mayor, osea el Lic Aníbal, para peguntar como iba todo. Y yo astutamente le dije:

-Champión, por que no me dejas entrar al aire (O sea hablar al micrófono)

-Tas loco. Dijo el Champ

-Déjame no hay nadie y yo quiero aprender.

-El Champ me miró fijamente y me advirtió: Entra media hora y NO la vayas a cagar.

- No. Le dije. Y el pedo era ahora que no sabía qué hacer, o sea que iba a decir o a poner… en gran pedo me metí…

Escucha aquí el programa especial de Órbita en Podcast

III

Eddy Govea puso lo mejor de su parte y yo también, pero la verdad es que debió ser la peor intervención en la historia de la Radio, por suerte no existe testigo de aquello.

Para no aburrir después de “Belfegor” hice “El Show de las once” un pequeño programa de una hora los viernes a las 11 de la mañana que sentó las bases del “Show del Renegado” que se transmitía de lunes a viernes de 6 a 9 de la tarde “La hora perfecta” decía entonces. “Antreando” con Iván “Mulán” con quien hacía una sección llamada “Radio Paisano” y visitábamos  todos los antros de la época. Sektor 107 con mi amigo “El Viajero del Tiempo” a quien le mando un abrazo y le recomiendo que  no se clave más en el pasado.

Total que transcurrieron 5 años de aprendizaje excesos, sexo y pasión (Se dice que El Renegado tuvo sexo casual en repetidas ocasiones en la cabina de aquella estación) en una época de la vida en la que se tiene todo pero no se sabe nada, esa es la verdad.

Gracias a esas experiencias soy quien soy ahora, para bien o para mal, para algunos sigo siendo El Reno y para otros -quienes no me conocen- soy simplemente Carlos Ibarra. Agradezco a quienes me enseñaron, me consideraron, me insultaron, me gritaron, me abusaron, me felicitaron, me cogieron y me brindaron su amistad, entre ellos: Anibal, El Viajes, Govea, Astorga, Lucila, Yuri, Pili, Garry Vazquez, El Wawi, Tavito, Lalo Tex, El Capi, El Muñe, Lic Fonseca, a Leicegui -que chingue a su madre- Madela, Abel (te extraño cabrón), Emiliano, Clauzzen, Tavito, Alanis, Marisol, El Terrible, Lalito, Ezequiel, Sergio, Juanito, Minipiel, Mulán, Bejarano, El Boogie, Luisillo, Monimix, Gor-Di-To, El Niño. El Paki, Bazooka, Martell, DJ Pepe Callejón, Manzoncita, Erikita mmmmm, Jorge El Elegante, Clony, Robocop, Oliverio Oliveiras, Ponchipaquete, de la Llata, Agus, Alanis, Olivia, El Sr Garcés, mi amigo El Chingón, Maggy, Ricardo Bravo, El Zopi, Pillo, Ikzel, Wolfy, Pablitaco, Gabo, Felipillo, Yorchito, Doña Viru y los que me falten es porque o no me importan o no me acuerdo. A algunos los sigo viendo, otros ya se creen otro pedo (ubiquense cabrones)

¿Qué por qué salí de Orbita? No salí, me salieron, pero esa, es otra historia.

 

Mientras tanto les dejo esta lista de pura rolita orbital para que disfruten y recuerden.


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