Compuesta por Consuelo Velázquez, se trata de la canción en español con más versiones y traducciones en la historia de la música
En 1941 México escuchó por primera vez el bolero romántico Bésame mucho, la canción que sería la cinta sonora del amor moderno. Su compositora, Consuelo Velázquez, la había comenzado a componer cuando apenas tenía 16 años, inspirada en la incertidumbre de las parejas que se separaron por la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de la melodía mexicana más conocida e interpretada en el mundo: con más de mil versiones distintas, Bésame mucho ha sido traducida a 20 idiomas y ha sido utilizada en numerosas películas, series y álbumes, formando parte de la expresión artística mundial durante años por su facilidad para adaptarse a muchos estilos musicales.
No sólo fue un himno sensual y erótico al amor joven, sino también un antes y un después en la música, debido a su estructura. La balada retrata la forma tan característica de aferrarse a las relaciones fugaces pero intensas, que han sido comunes desde el siglo pasado.
Consuelo Velázquez Torres nació en Ciudad Guzmán, Jalisco, el 21 de agosto de 1916. Fue la menor de cinco hijas, nacidas de Issac Velázquez del Valle, un extraño resultado entre poeta y militar, y María de Jesús Torres Ortiz.
Los primeros juguetes de Consuelo fueron unas lindas muñecas de trapo, que terminó por desterrar de su vida, y un pequeño piano de un solo tono, que pronto se convirtió en el centro de la vida de la compositora.
A sus cuatro años, Velázquez interpretó, sin saber si quiera leer una partitura y sólo escuchando las notas, la melodía del Himno Nacional. Sus padres se dieron cuenta del impresionante talento de su hija, por lo que comenzó a estudiar música impulsada por sus familiares en sus primeros años de vida.
Así, bajo la dirección de los maestros Ramón Serratos y Aurora Garibay, en la Academia Serratos de Guadalajara nació una de las más grandes pianistas y compositoras en la historia de la música. A los seis años, Consuelo hizo su primer recital formal.
Muchos años después, la compositora siguió los pasos de sus maestros y se mudó a la capital del país, en donde obtuvo el grado de licenciatura de pianista con un concierto en el Palacio de Bellas Artes.
Gracias a su magistral talento para la ejecución musical, la pianista fue invitada a realizar un programa de música clásica a la radiodifusora XEQ, una de las primeras del país, donde conoció a quien le ayudaría a consolidarse como la leyenda que fue: Mariano Rivera Conde.
Durante años, “Consuelito” se metió a las cabinas de la radio a tocar el piano, y cuando alguien le preguntaba quién era el autor de aquella canción que interpretaba, simplemente respondía “Una amiga”.
Sin embargo, en 1940 tuvo que aceptar finalmente que todas aquellas tiernas y románticas composiciones eran de su creación por cuestiones de derechos de autor. En ese entonces lanzó sus primeras canciones: No me pidas nunca, Pasional y Déjame quererte.
Tan sólo un año después, revelaría finalmente al mundo el avasallador poema a la seducción, el erotismo y la desesperación romántica: Bésame mucho.
Cualquier persona ha escuchado alguna versión de aquella tonada lenta y apasionada que representa Bésame mucho. Consuelo Velázquez vivió en una época donde las relaciones parecían un vínculo que, en cualquier súbito momento, podía desaparecer, pues las condiciones políticas y sociales del mundo obligaban a las parejas a separarse largas épocas, incluso para nunca volverse a ver.
Es por eso que, cuando apenas tenía 16 años, entendió que un amor no podía durar para siempre, y mucho menos en tiempos de guerra. A pesar de que quizás “Consuelito” nunca había dado un beso, sabía desde entonces lo que una petición de ese estilo significaba: “Como si fuera esta noche la última vez”.
“Desde antes de los 18 traía la melodía en la cabeza, pero con el estallido de la Segunda Guerra Mundial (que comenzó en 1939), la idea de la canción ya tomó toda la forma y sobre todo la letra”, expresó Mariano Rivera, hijo mayor de la pianista, para La historia detrás del mito.
Mariano recordó las palabras de su madre: “A mi mamá le impactó muchísimo ver a todas las parejas y los matrimonios jóvenes que se tenían que separar con la posibilidad de que nunca se volvieran a encontrar”, relató.
Después de un pequeño éxito local, en 1941 fue escuchada Bésame mucho por primera vez en México con Emilio Tuero, el cantante mexicano de origen español conocido como “El Barítono de Argel”, además de la versión de Chela Campos, “La dama del bastón de cristal”.
Estos cantantes, de talla mucho más grande, llegaron a los oídos de Andy Russell, el cantante estadounidense que, a partir de la traducción de este éxito, se dio a conocer como uno de los principales exponentes de la balada romántica.
Conforme iba siendo conocida, la letra de la canción resonaba en cada rincón del mundo: desde lugares de Europa, hasta Asia. A principios de 1950, la canción fue censurada en España por reclamos conservadores de la Liga de la Decencia del régimen franquista, quienes consideraban que era inapropiada.
Incluso se rumoró que en México fue prohibida durante el régimen del presidente y militar Manuel Ávila Camacho, que autoridades musicales como Armando Manzanero han desmentido, pues alegan que la canción nunca insinuó estrictamente una situación sexual, pues era más bien cosa de los cantantes y la manera de interpretarla.
Elvis Presley, Frank Sinatra y The Beatles: la canción mexicana que unió a grandes voces de la música
Para 1970, la canción había sido grabada en más de 700 versiones, y llegó a la cúspide de su mayor éxito durante esa época. Fue el jazzista Nat King Cole quien tradujo por primera vez en su historia la balada en otro idioma.
Una de las versiones que más impresionó al público fue la de Elvis Presley, pues logró convertirla al rock n’ roll característico de la época, sin que la canción perdiera su esencia romántica e inocente.
También el cantante Frank Sinatra la grabó, volviéndola un elegante éxito lleno de erotismo y sensualidad, lo que, al mismo tiempo, tenía la marca del intérprete de Fly me to the moon.
Sin embargo, la versión más controversial fue la del grupo The Beatles, quien sin duda convirtieron Bésame mucho en un arrollador éxito en Inglaterra. La primera vez que la tocaron fue en el famoso recinto The Cavern Club en Liverpool, y desde entonces en varios de sus shows empezaban cantando esa canción.
De hecho, esta interpretación fue una de las canciones que tocaron durante sus audiciones para la disquera EMI, con la cual firmaron su histórico contrato el 6 de junio de 1962. También fue usada como parte del repertorio de las mejores canciones de The Beatles.
Incluso se llegó a decir que Bésame mucho fue la inspiración total del quinteto de Liverpool para componer su nostálgica canción Yesterday, pues la estructura armónica de la balada influyó mucho en Paul McCartney y John Lennon.
“Si uno compara las letras de Yesterday y de Bésame mucho, se encuentra uno con más de 150 coincidencias fonéticas”, reveló durante una entrevista el periodista y músico Jaime Almeida.
Por su parte, Mariano Rivera, también explicó un poco de la realidad de esta leyenda. “Yesterday, siendo una canción maravillosa, porque lo es, no hubiera podido ser compuesta sin el bolero detrás. Tiene la estructura del bolero y yo creo que, por lo menos a nivel subconsciente sí estuvo presente Bésame mucho en la gestación de Yesterday”, aclaró.
Años después de la muerte de Consuelo Velázquez, quien falleció en 2005 a la edad de 88 años, su hijo mayor recuerda sus palabras sobre el rotundo éxito de su canción. “Para mí es un misterio”, reveló Mariano años después que pensaba Consuelo. Sin embargo, en diversas entrevistas dejó en claro que adoraba cada una de las versiones de su melodía.
Bésame mucho fue interpretada por cantantes de diferentes nacionalidades, estilos y épocas, como Plácido Domingo, Pérez Prado, Sara Montiel, Thalía, Andrea Bocelli, Pedro Infante, Michael Bublé y Luis Miguel, además de grupos como Los Panchos, Soda Estéreo y Zoé.
También aparece en diversas películas como Los tres caballeros, A toda máquina, Sueños de Arizona, In the mood for love, La sonrisa de la Mona Lisa, Juno y Coco.