Código de Ingresos - Pensamos en 2022, pero ¿hicimos algo por 2021?

Por Guadalupe Romero

En tiempos de presupuestos, planes, estimaciones, adelantos y repartos que lo mismo se calculan para el Gobierno federal que dentro de las empresas para proyectarse hacia 2022, ¿estaremos cerrando un año para el olvido?, ¿quién hizo algo para salvar y contribuir?, o ¿qué famoso granito de arroz pusimos entre la arena del también pandémico y caótico (por las fuerzas naturales y humanas) 2021? 

Pese a los optimistas el desempleo; desabasto; las catástrofes naturales que nadie prevé y menos aún se prepara una respuesta; los desencuentros políticos que restan sin aportar; el pensamiento de los que ya se ven en sus próximas sillas de poder; la vacuna que se les pone y se les quita a otros, y algunos más aún dudan en tenerla, y la desinformación, entre otras piedras en el camino, el deseo generalizado es olvidar juntos y de golpe 2020 y el año que termina en poco más de tres meses.

Antes de tirarnos al borde de un ataque de nervios vale la pena resaltar algunas cosas que sí se hicieron, y aunque las hizo la iniciativa privada y se tache como un comentario neoliberal, hay que voltear a ver lo que el imperio de Coca-Cola hizo por las tienditas, por ejemplo.

Las tienditas de la esquina, aquellos pequeños comercios mejor conocidos como misceláneas o abarrotes dan sustento a más de 3 millones de familias en el país. Sin embargo, con la llegada de la pandemia surgieron nuevos retos para las y los pequeños comerciantes que han puesto en riesgo su estabilidad económica. Y es aquí cuando entra Coca-Cola. 

La chispa de las tienditas

Ahora ya se pueden contar historias de mucho sacrificio y esfuerzo de propietarias y propietarios de tienditas que lograron mantener abiertas sus puertas con el apoyo de la Industria Mexicana de Coca-Cola, conformada por ocho embotelladores.

El apoyo se ha dado, primero, con la entrega de más de 500 mil equipos de protección sanitaria para que trabajen en un espacio seguro para ellos, sus seres más queridos y las comunidades en las que se desenvuelven; una vez protegidos; el grupo industrial invirtió más de 5 mil millones de pesos en el mantenimiento y mejora de sus tienditas, además de otorgarles más de 190 mil créditos para reactivar su economía, y la capacitación de más de 180 mil mujeres tenderas para reforzar sus habilidades a fin de que puedan administrar mejor su negocio y hacer frente a la crisis sanitaria.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comercios las tienditas generan 1% del PIB nacional, que equivale a más de 300 mil millones de pesos anuales; con 1. 2 millones puntos de venta, que abastecen el 52% de la demanda nacional y ofrecen 2 millones de autoempleos. 

Y aunque las buenas noticias son malas noticias, dicen, es importante dejar testimonio de cosas que se pueden hacer y con las que es posible contribuir sin perder el tiempo.

Bebamos, las jarras se llenan

Modernizar el esquema del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) en las bebidas alcohólicas permitirá a las industrias de fermentados, destilados y vitivinícolas nacionales mejorar su competitividad, mientras el Estado aumentará los niveles de recaudación por concepto del IEPS y se eliminará la evasión fiscal, aseguraron en un foro industriales, especialistas y fiscalistas.

El Foro se denominó: ¿Por qué es necesaria y urgente la modernización del IEPS a las bebidas alcohólicas?, y en su participación Luis Foncerrada Pascal, economista y extitular de Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), consideró que pasar de un esquema que grava el precio del producto a uno por los grados de alcohol de cada bebida, se lograría un aumento en la recaudación fiscal, y no lo contrario, como algunas industrias y autoridades consideran. 

Explicó que, si se toma como base el consumo total de bebidas alcohólicas que se vendió en 2019 en México, que fue de 543 millones de litros, y se multiplica por 140 pesos -que es el impuesto por litro de alcohol puro propuesto para la modernización del IEPS-, la recaudación sería de 20 mil millones de pesos más de lo que en promedio se recauda cada año. “De ninguna manera se recaudaría menos, es muy claro y evidente el beneficio para las arcas de la nación”. 

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Gabriel Farfán, de la comunidad Mexicana de Gestión Pública para los Resultados, expuso que “el problema es que las personas de este sector buscan destilados de baja calidad y a bajo precio, con un efecto nocivo para la salud pública, lo que no puede seguir así. Se necesita un menor acceso a las bebidas alcohólicas con precios más altos”. 

Y así, el resto de los participantes que reclaman una revisión para mayores resultados del IEPS, misma que, aseguran, beneficiará a los productores y evitará daños a los consumidores.

Remanentes
 
Los que no dejan de innovar para ofertar productos amigables con el medio ambiente son los de Anguiplast, de José Anguiano, enfocada a la fabricación de bolsas de polietileno de alta y baja densidad con material 100% reciclado. Asimismo, sus bolsas tipo de camiseta de su marca sustentable Vitabag cumplen con el proceso de biodegradabilidad bajo la NORMA ASTM 6954-18.  

Sus productos han sido sometidos a diversas pruebas bajo muchas normas por instancias como el Centro de Caracterización e Investigación de Materiales; el IPN que dirige Arturo Reyes Sandoval; e incluso por el Eden Research Laboratory, en este último bajo la norma ATSM D 5511-18, cuyo objetivo es certificar los materiales y productos biodegradables o compostables, a nivel internacional, entre otros. Anguiplast es una de las participantes en la expo ANAM 2021, que se celebra en Puebla. Atentos.

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