Ni la muerte le quita la alegría a un mexicano: ¿Qué tan felices somos realmente?


*Recomendamos esta canción para acompañar tu lectura

"De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas"
.- Salvador Dalí

En el marco de las fechas patrias, es inevitable no reflexionar sobre nuestra identidad nacional, ya sea desde el punto de vista culinario, el recuerdo de los logros de hemos conseguido como nación o sencillamente dejarnos seducir por algunas de las composiciones más icónicas que han encontrado tierra fértil en este suelo conocido como “el centro u ombligo de la luna”, pero… si hay algo que nos distingue como mexicanos es quizá, esa extraña pero inagotable forma de encontrarle el lado “feliz” o “bueno” a nuestra situación a pesar de la desgracia y de lo abrumador de la adversidad.

Según el World Happiness Report (2020), México ocupa el sitio 46 de entre 156 países en el ranking de las naciones más felices del mundo, dicho ranking considera la percepción que los propios habitantes de cada país tiene acerca de temas como la calidad de vida, expectativa de vida, la generosidad y la percepción de corrupción. Sí, es cierto, no estamos ni siquiera en el top 10 de los países más felices, pero, míranos… a pesar de levantarnos cada mañana con el miedo de ser asaltados, con la incertidumbre de regresar sanos y salvos, de toparnos cara a cara con la versión más cruda del crimen organizado y de administraciones gubernamentales cínicas, estamos muy por encima de la mitad.

Es innegable que la pandemia del COVID19, ha traído consigo un centenar de problemas que nadie había sorteado antes, de hecho, antes del Coronavirus, México se encontraba en el puesto 23 del ranking, lo cual, nos quiere decir que, si bien no somos tan felices como antes de la pandemia, tampoco es como que nos hayamos desplomado… bueno, no tanto, en este sentido podemos resaltar que en cuanto a Latino América se refiere, solo nos encontramos por detrás de Costa Rica, Guatemala, Uruguay y Brasil.


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Pero… ¿qué nos hace felices?, bueno… esa respuesta realmente no se puede medir con un ranking y colocarle un valor, es decir, lo que a mi me hace feliz quizá a ti te desagrada completamente, pero, también es cierto que hay muchas cuestiones en las que todos coincidimos como paisanos:


1. La gastronomía
Admítelo, un buen pozolito, una barbacoa, una cochinita tienes todas las de ganar frente a una grasienta pieza de pollo frito, los taquitos para el bajón de la peda son majestuosos y si a eso le agregas un tamalito con su champurrado, el día te sale redondo.


2. La música
No es que te guste la música de tus abuelos o de tus papás, es que a todos nos gusta, rolas como Sabor a mí, Amor eterno, Cien años, Amorcito corazón, Contigo aprendí y por supuesto Besame mucho, son temas completamente anacrónicos que nos hacen sentir emoción aunque las lágrimas estén presentes.


3. La familia
No es que romanticemos este concepto, de hecho, creo que ya no es un tabú para nadie hablar de los integrantes que nos abandonaron en algún punto, pero… por todos aquellos que se quedaron de una u otra manera, es muy cierto que siempre habrá un aire de nostalgia y un huequito en nuestro sentir, por todo lo que nos dieron y nos enseñaron.


4. La costumbres y tradiciones
Acá cada uno sabe como celebra cada fecha, pero, lo que es cierto es que no podemos negar lo maravilloso que resulta ver el adorno en el 15 de septiembre, el aroma del cempaxúchitl cada día de muertos, de la adrenalina que se siente al cortar las rosca de reyes o ese “salud”, “buenos días” y cada detalle que nos acompaña día con día.


5. Nuestra solidaridad
Podremos mandarnos a chingar a nuestra madre a cada rato, pero jamás dejaremos de ayudarnos cuando lo necesitamos, ya sea para darle en su madre al ratero, para ayudar a quien se ha accidentado, para ser parte de los momentos trascendentales de nuestro país, siempre estaremos ahí, para “dar para el taco” o para “que uno se percine”, tan distantes pero unidos a la vez.

En fin, hay tantas cosas que también nos enervan la sangre, nuestros paisajes naturales, nuestros logros deportivos e intelectuales, nuestras raíces, cada uno sabe como ser mexicano a su manera, pero, que nunca se nos olvide que por más dura que este la cosa, la tortilla tiene dos lados y depende de cada uno saber por donde la agarra para que no se le rompa el taco.

JR Brindiz

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