"Una imagen dice más que mil palabras": La importancia de ser discretos en redes sociales

Presumir nuestro estilo de vida a través de redes sociales se ha vuelto cosa de todos los días, que, ya ni siquiera somos capaces de razonar el peligro o cuando menos, los problemas en los que nos puede meter una simple imagen subida a cualquier red social, llámese Instagram, Twitter o Facebook, solo por mencionar las más populares, TODO lo que se sube a internet permanecerá eternamente, según sea nuestra importancia o “nuestra mala suerte”.

Comencemos por uno de los casos que ha estado en boga las ultimas semanas, hablamos de Inés Gómez Mont, quien ahora en compañía de su esposo, Victo Álvarez Puga, ahora son buscados con internacionalmente por los cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero, esto, luego de que la mismísima INTERPOL emitiría una ficha roja con sus nombres y rostros.

Y en este momento muchos se preguntarán… ¿qué tienen que ver las fotos en redes sociales y la investigación en contra de esta parejita?, bueno, es bien sabido que la conductora y modelo mexicana gustaba de presumir costosísimos artículos mediante su cuenta de Instagram, desde bolsos, zapatos, abrigos, etc. Todo valuado en millones y millones de pesos, hecho que si bien, NO fue el detonante para que la justicia mexicana los investigara, SÍ sirve para alimentar la suspicacia de muchos, ya que, es “tan fácil” como rastrear las facturas de ingresos provenientes de sus trabajos públicos para constatar una incongruencia entre los números registrados y los exorbitantes precios de las prendas que presume poseer… como dicen “el pez por su propia boca muere”.

Por supuesto, no todos tenemos la dicha de la que goza Inés Gómez Mont, pero, eso no resta los peligros o el margen de vulnerabilidad al que nos exponemos al subir fotografías en redes sociales, el termino  “Doxing”, se ha vuelto muy popular en la ultima década, en resumen se trata de una modalidad de ciber ataque y ciber acoso, el cual, consiste en reunir toda la información y datos personales de una víctima, para hacerlos públicos en la Red, muchas veces incitando a otras personas a acosarla y, en el peor de los casos, usándolos para en amenazar y atentar contra la seguridad e integridad física de la víctima.

El “Doxing” facilita la identificación de cualquier persona en el mundo real (muchas veces también la de sus familiares), su dirección postal, el lugar donde trabaja, su número de teléfono, etc. Sin privacidad y sin la tranquilidad de saber quién conoce todo de ti, eso es ser víctima de “Doxing”. Ahora imagina que tú misma o tú mismo le “das entrada” a cualquiera que planee hacer algo en tu contra… Con una imagen puedes obtener cientos de datos, los cuales, para muchos resulten insignificantes, pero en las manos adecuadas pueden ser la pieza que falte en un rompecabezas.


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Donde vives, que lugares frecuentas, en que lugar podrías estar en tiempo real, con quien te rodeas, un aproximado de cuales son tus ingresos, tus gustos, tus miedos, tus posesiones materiales… toda esa fuga de información muchas veces es tomada a la ligera, porque claro, nos resulta fantasioso o como película de Hollywood que alguien pueda saber eso con unas cuantas fotos…

Eso por el lado de la seguridad, pero, también existe el daño a la moral, es decir, cuando por seguir tendencias o simple y llenamente por presumir, nos volvemos la presa ideal de depravados, ejemplo de esto lo encontramos todos los días en  redes como tiktok, en donde, si bien no se comparten imágenes, vaya que se comparten videos y muchos de ellos subidos de tono: bailando con poca ropa, adolescentes jugando a ser sexys, seguir trends cuyo único objetivo es la sexualización de quienes lo realicen, etc. Hasta se podría decir que es mucho más productivo darse una vuelta por tiktok que por cualquier pagina pornográfica, ya que, en la pagina porno no siempre se puede tene runa interacción directa con quien aparece en pantalla, pero, en tiktok y cualquier otra RED SOCIAL, es mucho más sencillo.

No cabe duda de que el peor de los males será siempre el que nos causamos a nosotros mismos, la interrogante crucial en todo este tema es la siguiente: ¿Las redes sociales fomentan el exhibicionismo social o nosotros no tenemos ni un gramo de responsabilidad?... ¿recuerdas lo que nos decían cuando éramos niños?: “No hables con extraños”, pero… al parecer nadie nos dijo nada sobre exhibir nuestros cuerpos semidesnudos o mostrar lo que tenemos y donde estamos.

“Una imagen dice más que mil palabras” y lo mejor es que ni siquiera las tenemos que pedir, ahí están, a la vista de TODOS.

JR Brindiz

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