Las 5 sensaciones y emociones "extrañas", pero, más comunes al viajar

El mundo es tan amplio y basto como la imaginación de un infante, los destinos son infinitos como infinitas son las maneras de llegar y en ese sentido, hay cabida para todos los gustos, desde quienes son amantes del calor y el susurro del mar, hasta quienes prefieren la aventura en alguna montaña nevada, el punto es que somos nómadas por naturaleza, pero… ¿Qué hay de las sensaciones al viajar?

- “El regreso es más corto que la ida”
En lo particular, esta sensación NO es exclusiva de los viajes, pero, es recurrente el pensamiento de que ir a un destino presupone más esfuerzo físico, emocional y económico, que el regreso mismo, aunque este último sea completamente igual.

La explicación radica en el estrés que genera tomar una decisión, estrés que puede verse reflejado en una alteración de la percepción, con preguntas tan sencillas cómo: “¿A qué hora vamos a llegar? Y ¿Qué haremos allá?”, es más que suficiente para que un viaje sea mucho más largo de ida que de regreso.


- “Constipación del viajero”
Uno de los males a los que ninguna persona (cuyo viaje es producto de sus ahorros), se quisiera enfrentar, puesto que, consiste en una “apatía” por realizar actividades en el lugar de destino: “no tengo hambre”, “no me quiero subir”, “en mi casa también lo puedo hacer”, son frases recurrentes de quienes se han constipado en el viaje.

Coloquialmente se suele decir que “hasta el agua en exceso es mala” y eso es lo que ocurre en esta situación, un exceso de “estar afuera”, que termina por dejarte NO satisfecho pero sí lleno y por ende sin ganas de más, es decir, no te quieres ir pero… tampoco te quieres quedar, solo estás constipado.


- “Luna de limón en París”
La literatura nos ha impuesto a lo largo del tiempo, ideas muy pero que muy arraigadas, tal es el caso de “la luna de miel en París”, es decir, el pináculo máximo después de que dos personas consagran su amor en matrimonio (puro disfrutar y tener cosas bonitas), pero… ¿Se puede dar un efecto contrario?

Bueno, la “luna de limón en París” (no necesariamente sucede en París), se da cuando el destino NO es como lo imaginabas o como lo viste en fotografías, provocando así un “mal sabor de boca”, como cuando chupas un limón demasiado agrio.

Está sensación ocurre principalmente por 2 cuestiones: 1) idealizar en exceso la experiencia que realmente se puede conseguir y 2) viajar a un destino fuera de temporada turística (ya que es muy probable que las atracciones y sitios estén cerrados al público o en mantenimiento, justamente para estar listos para la temporada alta).


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- “La flojera de regresar”
Llevas ya varios días fuera de casa y de apoco en poco, ves como el tiempo de regresar se aproxima, por supuesto tú sabes que debes volver, que tus actividades y responsabilidades te esperan, es más, tu misma o tú mismo YA quieres regresar y hasta tu boleto de vuelta está comprado, pero… te da una flojera terrible comenzar con el regreso.

Bueno, esto sucede principalmente cuando los viajeros no cuentan con un itinerario de actividades en el destino, es decir, se lanzan “a ver qué sale” o con una idea vaga y es justamente esa costumbre la que, con el transcurso de los días, va debilitando la capacidad de tomar y ejecutar decisiones firmes como lo es el regresar.


- “Viajero hipocondríaco”
Cómo el mismo nombre lo indica, es un miedo irracional a enfermarse en el destino o a traer consigo algún patógeno que pueda  afectar la vida cotidiana luego del regreso.

Esta sensación es mucho más habitual en viajeros que parten al extranjero, cuyos destinos se encuentran en países subdesarrollados, pero, también se puede dar dentro de una misma entidad, por ejemplo, moverse un fin de semana de la delegación Benito Juárez a las zonas rurales de Xochimilco o Milpa Alta.

Esta idea intrusiva, está relacionada al trastorno obsesivo compulsivo del tipo higiene y limpieza, por ende, cualquier lugar fuera del hogar propio es suficiente motivo para disparar dicha sensación de peligro de enfermedad.


Ahora ya lo sabes, si presentas o has presentado alguna vez, una de estás sensaciones, no te sientas mal… es completamente normal y al igual que tú, muchos lo hemos sentido más de una vez.

Si saliste en este “mega puente” del día de muertos, esperamos que lo hayas realizado bajo todas las medidas sanitarias correspondientes y sobre todo, que te la hayas pasado increíble, ya sea con tus seres queridos o en tus aventuras.

JR Brindiz


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