El Yellow Day, también conocido como el Día Amarillo, se celebra cada 20 de junio y cómo una respuesta al Blue Monday, el día más triste del año. La transición de la primavera al verano en el hemisferio norte trae consigo un clima más favorable, más luz solar que hace que los días se sientan más largos y llenos de oportunidades para disfrutar al aire libre, y la cercanía de las vacaciones, contribuyendo a un estado de ánimo positivo.
El color amarillo, asociado al optimismo, la alegría y la diversión, representa a la perfección la esencia del Yellow Day. En esta época del año, el clima se vuelve más favorable, los días se alargan y la luz del sol se hace más presente, invitándonos a disfrutar de actividades al aire libre y despertando en nosotros un estado de ánimo positivo.
A esto se suma la cercanía de las vacaciones, un periodo muy esperado por muchos que genera ilusión y expectativas. Incluso, un simple detalle como disfrutar de un helado en un día caluroso puede contribuir a esa sensación de felicidad y bienestar.
Pero el Yellow Day no se trata solo de disfrutar del buen clima y de la cercanía del verano. Se trata también de fomentar la felicidad en el trabajo, un aspecto fundamental para el éxito de las empresas y el bienestar de sus colaboradores.
Según estudios como "Felicidad y Trabajo", los trabajadores felices son un 88% más productivos que aquellos con una actitud negativa. Además, se ha demostrado que un entorno laboral positivo incrementa la productividad en casi un 90%, eleva un 30% la energía de los colaboradores, mejora la toma de decisiones y la respuesta ante adversidades, reduce los accidentes laborales en casi un 300%, y promueve la retención y el crecimiento laboral.
¿Cómo podemos celebrar el Yellow Day en el trabajo?
Recuerda, la felicidad en el trabajo no es solo un beneficio para los colaboradores, sino también para las empresas. Un equipo feliz y motivado es un equipo más productivo, creativo y eficiente.