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El invento para que andar en bici sea mucho más cómodo: un asiento dividido y articulado que se adapta mejor al cuerpo

Tuvieron que pasar 200 años para que alguien inventara un asiento mejor para andar en bicicleta. Las novedades no llegan sólo a través de nuevos modelos de aspecto futurista, sino también de componentes como el pedal que aumenta el rendimiento, generalmente ideados por inventores que agudizan su ingenio para diseñar estas piezas y facilitar la vida de los ciclistas. El último caso de este tipo es el del ingeniero australiano Robin Macan, responsable de vabsRider, un asiento universal dividido en dos almohadillas que giran a la altura de las caderas y favorecen la comodidad del usuario, evitando la aparición de dolores y malas posturas.

Así, a través de su startup ataraxyBSC y con la colaboración de Whistle Desing Group, este veterano diseñador ha logrado empezar la producción de este accesorio fácil de poner y quitar, aunque de momento se desconocen tanto su fecha de lanzamiento y su precio como su disponibilidad fuera de tierras australianas.

Primeros prototipos

"Como ciclista poco frecuente, no podía creer que, después de 38 años de diferencia, me vinieran a la cabeza dos preguntas idénticas exactamente en el mismo momento. ¿Cumple bien su función un asiento de bicicleta tradicional? ¿Por qué nadie ha inventado un asiento de bicicleta cómodo?", señala el propio Macan en la página web de ataraxyBSC.

En los últimos años han surgido diversas tentantivas que pretenden responder a estas preguntas, ya sea con el uso de materiales, como las fundas que añaden parches de silicona para hacerlos más mullidos, o con nuevos diseños tanto para hombres como para mujeres. Entre ellos destacan soluciones como Saddle Spur, con un espolón en la parte trasera que proporciona un punto de apoyo para dar más potencia por cada pedalada y para reposicionar la cuna pélvica, reajustando el apoyo del ciclista.

Sin embargo, ninguno ha ido lo suficientemente lejos como para solucionar una de las quejas más habituales entre los usuarios de bicicletas, tanto profesionales como aficionados. La convicción de que debía haber una manera mejor de resolver el problema fue lo que llevó a este ingeniero australiano a desarrollar su primer prototipo, pero en el proceso se dio cuenta de que "necesitaba ayuda".

Para ello recurrió a los miembros de la Asociación de Inventores de Australia (IAA), cuyo comité de viabilidad estudió la propuesta, asesoró a Macan y finalmente dio su visto bueno al invento.

Al equipo se unió Philippe Guichard, de la empresa D2 Design and Developement, que aportó su experiencia como diseñador industrial para que ambos empezaran a trabajar "en numerosos diseños, prototipos, pruebas y fracasos (nosotros los llamamos experiencias de aprendizaje)" durante los siguientes dos años.

Eje virtual

La teoría pasaba por acompañar el movimiento de las piernas para sustituir el perfil rígido del asiento actual, que ejerce presión sobre el coxis y suele dejar doloridos a los ciclistas, sobre todo a los no habituales. El resultado, tras numerosas iteraciones del prototipo inicial y gracias a la colaboración de Whistle Design Group, es un asiento dinámico con el cuerpo dividido, que "permite el movimiento individual de las piernas, que giran alrededor de las articulaciones de la cadera sobre un eje virtual respecto al asiento".



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Así, ambas almohadillas se mueven de forma independiente hacia arriba y hacia abajo junto con las piernas, por lo que transfieren la presión de los huesos de la cintura a los fémures. Es una manera mucho más lógica de distribuir el peso, que se reparte de forma uniforme y sin provocar dolores o posturas que puedan ser perjudiciales para la salud del ciclista.

La base del asiento vabsRider dispone de varios tornillos de ajuste que permiten adaptar cada lado de forma independiente, tanto en su altura y su longitud como en el ángulo o la anchura del asiento. Eso permite que un mismo asiento se configure para distintos usuarios, además de adecuarse a cuerpos de todo tipo y sin importar la experiencia previa sobre una bicicleta.

Todo parte de un profundo análisis en torno a la ergonomía y al movimiento más natural del cuerpo a la hora de pedalear. Al ofrecer mucha más superficie de contacto entre el ciclista y el sillín se aumenta la comodidad, y permite que la carga "no se asiente sobre las zonas sensibles, sino sobre las piernas y el trasero".

Para hacerse con uno de estos sasientos, que han levantado un cierto revuelo viral en Internet y se adaptan a cualquier tipo de bicicleta, tanto convencional como eléctrica, es necesario apuntarse a una lista de distribución en la web de ataraxyBSC. Cuando las primeras unidades del producto estén disponibles, el plan de la empresa es informar a los usuarios antes de comenzar los envíos, aunque todavía faltan detalles como el coste final del producto y el proceso de entrega.


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