A finales de los años sesenta, la excentricidad de la psicodelia encontró terreno fértil en Brasil, donde una joven generación de músicos denunció la dictadura militar del país. En busca de un nuevo sonido –conocido para siempre como
tropicália– , estaban igualmente enamorados del pop chicle y de la vanguardia. Con la ayuda de los ingeniosos arreglos de
Rogélio Duprat, el trío de
Rita Lee, Sérgio Dias y Arnaldo Baptista creó un delirante mundo de las maravillas sonoras que le dio competencia
a Magical Mystery Tour. En la icónica canción de apertura
“Panis et Circenses” –escrita por Caetano Veloso y Gilberto Gil, nada menos– los cantos hippies chocan con una flauta dulce meliflua, una percusión poco convencional y un vals distorsionado de Strauss que suena en la radio. Os Mutantes se divierten mucho haciendo versiones de Françoise Hardy, The Mamas & the Papas y Jorge Ben, pero también pueden ser introspectivos con perlas inquietantes como “O Relógio”.