La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado la primera vacuna contra la gripe en aerosol nasal para autoadministración. Este biológico, que cualquier persona podrá aplicarse desde su hogar, se llama FluMist y es producido por la compañía AstraZeneca.
Según la FDA, FluMist está aprobado para la prevención de la influenza causada por los subtipos A y B del virus en personas de 2 a 49 años. Aunque la vacuna en aerosol se ha probado desde 2003, hasta ahora debía ser administrada por un proveedor de atención médica. Durante los últimos 20 años, el biológico ha demostrado ser eficaz y seguro para la población en general.
Al igual que cualquier vacuna aplicada con aguja, FluMist rocía sobre la nariz una forma debilitada de cepas vivas del virus de la influenza. Esto permite que el cuerpo aprenda a atacar el patógeno y esté preparado en caso de una infección real. Con la opción de un producto de autoadministración sin aguja, se espera que aumenten las tasas de vacunación entre niños y adultos durante la temporada de influenza.
La vacuna estará disponible para su venta en farmacias o para su aplicación por un cuidador. Sin embargo, la FDA aclara que será necesario obtener una receta médica para adquirirla o solicitar su aplicación. “Aquellos que elijan esta opción completarán una evaluación de detección y elegibilidad al ordenar FluMist. La farmacia determinará la elegibilidad en función de la evaluación completada e indicará si el destinatario de la vacuna es apto”, explica el organismo de salud.
Las consecuencias mundiales de la gripe
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 650,000 personas mueren cada año por enfermedades respiratorias relacionadas con la gripe estacional. Para el Dr. Peter Salama, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, las enfermedades causadas por el virus de la influenza no solo están vinculadas a una elevada carga de morbilidad, sino que también representan un costo social y económico significativo para el mundo.
Durante la temporada de influenza, los hospitales se saturan con pacientes de gripe por lo que el personal puede descuidar al resto de la población con afecciones graves. Además, hay un alto porcentaje de ausentismo laboral y escolar. Las oleadas de personas enfermas aumentan con velocidad debido a la alta contagiosidad del virus y la falta de precaución.
La OMS menciona que las estrategias de prevención de la gripe deben ser prioritarias para las naciones. Limitarse a atender pacientes con influenza cada año es un ciclo poco eficaz, señala. La vacunación anual contra la enfermedad es una de las mejores estrategias para prevenir la afección y sus complicaciones. “Su aplicación es particularmente importante para las personas expuestas a alto riesgo de complicaciones graves y para el personal sanitario”, puntualiza la organización.
Lavarse las manos, evitar el contacto cercano, cubrirse al toser o estornudar, mantenerse hidratado, descansar adecuadamente y evitar tocarse la cara son otras estrategias efectivas durante la temporada de influenza.