Cosas Imposibles, la película mexicana de la que todos hablan

Para todos los que dicen que el Cine Mexicano es de flojera, aburrido y repetitivo con  puras comedias de Omar Chaparro y Eugenio Derbez… los reto a que vean  Cosas Imposibles.

Por Vicente Gutiérrez

Personajes solitarios, perdidos y golpeados por la vida se encuentran un día para lograr Cosas Imposibles, donde la amistad florece dentro de una unidad habitacional habitada por sus fantasmas y secretos que no los deja vivir y mucho menos ser felices

La nueva película de Ernesto Contreras (Párpados azules y Las oscuras primaveras) tiene su principio y final en la actriz Nora Velázquez, sin ella, sencillamente no conectaría de manera tan conmovedora y profunda con el espectador.

Pero vamos por partes, el gruñón Arturo Ripstein ya había llevado al cine a la querida Chabelita, y de qué manera, para  La calle de la amargura utilizó a la comediante como una prostituta en decadencia junto a Patricia Reyes Espíndola y muchos, por fin, descubrieron su grandeza, incluyendo a Contreras.

Y es que, Ernesto Contreras fue asistente de Ripstein y quedó fascinado con Nora Velázquez, se enamoró de ella como seguramente muchos lo harán cuando vean la película en los cines.

La historia: Matilde vive un infierno con Porfirio (Salvador Garcini), su esposo violento y machista por más de 30 años; la tierna Matilde ha visto marchitar su existencia al lado de alguien que valora más a un bat baseball que a una mujer, quien solo tiene amor de Fidel, su gato.

Por otro lado, Miguel, (Benny Emmanuel), un chavo de vecindad, vendedor de drogas que pasa el tiempo fumando mota y luchando contra él mismo, no les revelaré su conflicto, sin embargo, creo que no fue debidamente explorado.

Pero el destino es cabrón y va a unir a dos personas totalmente diferentes de una manera muy especial pero que habla de todo lo que los seres humanos hemos olvidado: empatía, amor y solidaridad.

La película es un drama, claro, pero con toques de comedia, realismo mágico y un poco kitsch que explota con una amplia paleta de colores que tiene en la morada unidad habitacional Iztacalco un personaje más.

¿Encontró lo que buscaba? Pregunta la cajera, Matilde responde: “En eso estoy”, una frase que resume de alguna manera las intenciones del director: nunca es tarde para vivir y volver a comenzar.

Justo ahora, en medio de la pandemia, la palabra “resiliencia” se puso de moda y hemos tenido que reinventarnos como lo hacen los personajes de Cosas Imposibles.

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Me llama la atención que muchos estén descubriendo a Nora Velázquez y digan que es la actuación de su vida, no coincido, si alguien es una estrella es ella, si alguien ha dedicado su vida a la actuación es ella y en  La calle de la amargura ya lo había demostrado …. lo que sí espero es que el cine mexicano le de el lugar que se merece desde años.

Ernesto Contreras no se arriesga y apuesta por ella y, claro, también lo hace con la fantástica Luisa Huertas o Benny Emmanuel, otro actor probado, que no exagera su actuación (como en Chicuarotes) para construir a un joven confundido con hambre de vivir su sexualidad.

Ernesto Contreras es muy talentoso y logra una película entrañable y poderosa que pudo ser más sórdida (me hubiera gustado verlo) pero prefirió enfocarse en un producto que seguramente funcionará bien en el circuito comercial con familias enteras llorando con la historia de la pobre Matilde y su amistad con el chamaco que esconde un secreto.

El director ha dicho que Cosas Imposibles es como un abrazo desde la pantalla, un apapacho o un respiro… por la dulzura, el amor, la amistad y los diferentes temas que toca.

No estoy de acuerdo. La película es más una bofetada al espectador para decirle: “¡Despierta, estás vivo! y es hora de hacer algo con tu vida, nunca es tarde.

Nos vemos en el cine.


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