“La muerte es el comienzo de la inmortalidad”
.- Maximilian Robespierre
Miércoles 21 de abril de 1926, el día en que llegó a este mundo, “su majestad”, Elizabeth Alexandra Mary (su nombre de pila), quien, como cualquier monarca o figura de autoridad, siempre tuvo detractores y adoradores, pero, sobre todas las cosas, como cualquier otro ser humano, también tenía excentricidades, las cuales, conocerás a continuación:
La segunda guerra mundial:
Durante este turbulento periodo, la reina Isabel fue nombrada “comandante en jefe de la Brigada de Granaderos”, teniendo 19 años en ese entonces, de igual forma, se unió al Servicio Territorial Auxiliar, tomando entrenamiento para convertirse en mecánica y conductora de vehículos militares.
Propietaria de todo:
Más allá de los bienes económicos que representa ser “reina”, resulta curioso saber que absolutamente todos los cisnes que habitan libremente en el río Támesis eran propiedad oficial de “su majestad”, esto, basado en una tradición real que data del siglo XVII y de hecho, todos los amínales marinos que se encuentran en un radio de 5 km a la redonda de los limites del reino Unido, también le pertenecían.