El Código Penal Federal establece que dañar el vehículo de otra persona constituye el delito de daño a propiedad ajena. Según los artículos 367, 368 y 399, quienes incurran en este acto enfrentan sanciones que pueden ir desde multas económicas hasta prisión, dependiendo del valor del daño causado.

Según la ley, el propietario de una vivienda no tiene derecho a dañar un vehículo, incluso si este bloquea su cochera. Esta acción podría ser clasificada como una infracción similar al robo simple, ya que implica la destrucción deliberada de un bien ajeno.

En términos prácticos, si decides ponchar llantas para "defender" tu espacio, podrías enfrentar demandas legales que compliquen tu situación. Además, este delito aplica de manera uniforme en todo México, sin importar en qué ciudad ocurra.

Ponchar llantas es un delito que puede ser considerado como robo simple.

La sanción dependerá del costo de la llanta que ponchaste. Por ejemplo, un neumático Michelin Pilot Sport Cup 2R tiene un precio de 19,900 pesos. Mientras que el salario mínimo es de 248.93 pesos. La ecuación es sencilla y la encontramos en el artículo 370 que dice:

• Cuando el valor de lo robado no exceda de cien veces el salario, se impondrá hasta dos años de prisión y multa de hasta de cien veces el salario.
• Cuando exceda de cien veces el salario, pero no de quinientas, la sanción será de dos a cuatro años de prisión y multa de cien hasta ciento ochenta veces el salario.
• Cuando exceda de quinientas veces el salario, la sanción será de cuatro a diez años de prisión y multa de ciento ochenta hasta quinientas veces el salario.

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Esto nos da a entender que si ponchas una de estas llantas, que vienen en algunos de los vehículos tendrías que pagar 24,893 pesos y posiblemente tendrías que enfrentar una pena de hasta dos años de prisión.

¿Qué hacer si un auto está estacionado en la entrada de tu casa?

¿Por qué la ley protege incluso a quienes obstruyen el paso? Porque el sistema jurídico prioriza el respeto a la propiedad privada y ofrece mecanismos legales para resolver estos conflictos. Por ejemplo, puedes llamar a las autoridades para que retiren el auto con una grúa, imponiendo una sanción económica al infractor.

En conclusión, aunque resulta frustrante lidiar con autos que invaden tu entrada, actuar por cuenta propia y dañar el vehículo no es una solución. En lugar de arriesgarte a enfrentar cargos penales, lo mejor es seguir los procedimientos legales establecidos.