José Santana y Josefina Barragán se mudaron a Tijuana en 1955 y éste niño de 8 años aprendió a tocar le guitarra mientras trabajaba en los bares de la frontera, a veces le hacia el quite a algún mariachi al que le faltara el violín; años más tarde, se presentó la oportunidad de mudarse a San Francisco y la familia completa se fue en busca de nuevas oportunidades. A este joven no le gustaba ir a la escuela y se fugaba al Fillmore Auditórium a ver tocar a Muddy Waters y a otros músicos de jazz y blues que se presentaban en ese lugar. El joven Carlos formó una banda de blues, lograron grabar un disco a los pocos años en la Columbia, con el apoyo de la disquera, esa formación logró el tocar en el festival de Woodstock en 1968, donde su presentación fue una éxito y su popularidad se vio aumentada. Gracias a esa presentación se grabó un nuevo disco llamado Abraxas, Carlos se ha rodeado siempre de diferentes y muy buenos músicos y ha lanzado al mercado varios álbumes, siempre con ese estilo de ritmos latinos que le ha ganado popularidad por todo el mundo. A través de las décadas y de sus más de 80 millones de discos vendidos Carlos Santana se ha ganado el respeto de muchos.
Otro aspecto importante de Santana, es que siempre se ha mantenido al margen en la parte escénica, nunca le ha interesado ser el líder de la banda -aunque sabemos que lo es- pero Carlos siempre le da mucha oportunidad a los miembros de su grupo de lucir su talento y el permanece ahí, haciendo lo suyo.
Carlos Santana es miembro del salón de la fama desde 1998, se le conoce como una persona muy espiritual, hace un par de años inició una gira para dar a conocer a su hijo Salvador quien también ya entró en el mundo de la música, (teclados).
En octubre de 2007 su esposa Deborah le pidió el divorcio y en 2010 Carlos se comprometió de nuevo con Cindy Blackman durante un concierto en Chicago.
Carlos abrió una cadena de restaurantes llamados María María en Estados Unidos.