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Aftermath: el disco que cambió la historia de The Rolling Stones

El 15 de abril de 1966 el legendario quinteto publicó su cuarto disco en Gran Bretaña, por primera vez solo con material de Jagger y Richards

The Rolling Stones
Aftermath

Decca. 1966. Inglaterra

Con la edición de Aftermath -cuarto álbum en Gran Bretaña y sexto en Norteamérica- se produjo un primer e importante punto de inflexión en la todavía corta carrera de The Rolling Stones.

Hasta ese momento, el quinteto había optado por compartir en sus álbumes diversas versiones de sus héroes del blues y rocanrol con unos pocos temas propios del tandem que conformaban Mick Jagger y Keith Richards.

Esos aportes propios fueron creciendo cada vez más, pasando de la única composición (“Tell Me”) del primer LP, a cuatro en Out of Our Heads (1965), hasta lo contrario en Aftermath.

El más afectado con estos cambios fue Brian Jones, un purista del blues que hubiera preferido seguir en ese plan dada su poca prolijidad como compositor. Su gran talento como instrumentista y arreglista, sin embargo, hizo que su contribución a este disco fuera notable, gracias a la inclusión de instrumentos poco o nada habituales para un grupo de rock como el sitar, el dulcimer, el koto japonés y la marimba, de modo que Aftermath fue la entrada de los Stones al período psicodélico.

Por primera vez un álbum del quinteto londinense no contenía al menos una versión, lo cual era la demostración fehaciente de la consolidación de la firma Jagger-Richards, tal como ya lo era la dupla Lennon-McCartney.

A partir de Aftermath todo cambió y en los sucesivos discos la presencia de versiones se redujo considerablemente, al punto que en los siguientes 18 álbumes de estudio -desde 1967 a 2005- hay solo 11 versiones repartidas en Beggars Banquet (1968), Let it Bleed (1969), Sticky Fingers (1971), Exile on Main Street (1972), It’s Only Rock and Roll (1974), Black and Blue (1976), Some Girls (1978) y Dirty Works (1985).

Por tanto, el enfoque de los Stones desde Aftermath dejó de basarse en adaptaciones de temas compuestos por otros.

Lo que aún no había cambiado era el desorden en las ediciones en los dos mercados principales. Aftermath no fue publicado el 15 de abril en Norteamérica, sino que su lanzamiento fue pospuesto para el 2 de julio y su contenido varió, siendo reducida la cantidad de canciones de 14 a 11, además del cambio de una canción (“Mother’s Little Helper”) por otra (“Paint it Black”).

La edición original británica contiene 26 minutos por lado, lo cual fue otra revolución para el momento en que los lados raramente alcanzaban los 20 minutos. Ningún otro disco alcanzaba hasta aquel momento esa duración.

Las grabaciones tomaron lugar en dos momentos, del 6 al 10 de diciembre de 1965, y luego del 3 al 12 de marzo, concluyendo el proceso de post producción casi encima de la fecha de publicación.

El crecimiento como compositores y la confianza que habían dado temáticas tratadas en “(I Can’t Get No) Satisfaction”, “Get Off of My Cloud”, “Play With Fire” o “19th Nervous Breakdown”, hizo que afloraran letras sobre sexo, deseo, dominación, obsesión y otros asuntos ligados a la sociedad de los años 60 y el Swinging London. La mujer aparece como una figura relevante, tratada a veces con sarcasmo y cierta reluctancia.

Mother’s Little Helper” abre el lado A, con su sonido psicodélico proporcionado por las guitarras slide de doce cuerdas de Brian Jones y Keith Richards. El mismo día de la edición del disco en Gran Bretaña, la canción se publicó como single en Estados Unidos.

Sigue el “Stupid Girl”, un tema de orientación pop garagera con las notables participaciones de Ian Stewart en el órgano y Jack Nitzsche en el piano. La temática aborda las relaciones con mujeres en la ajetreada vida de hoteles durante las giras. Quizá hoy en día la letra no hubiera visto la luz.

Aparece entonces la delicada pieza “Lady Jane”, con una letra de Jagger inspirada en el famoso libro de D.H. Lawrence, El Amante de Lady Chatterley

La pieza incorpora influencias barrocas gracias al dulcimer de Brian Jones y el clavecín de Jack Nitzsche. Richards en la guitarra acústica y Jagger en la voz completan los músicos que participan, quedando relegados Charlie Watts y Bill Wyman.

Sin duda, este tema fue una demostración del eclecticismo nunca antes mostrado por Jagger y Richards

Otro interesantísimo tema era “Under My Thumb”, con una letra para entonces controversial que Jagger escribió caricaturizando a una mujer muy agresiva con la que se había relacionado.

Muchas feministas radicales tacharon de despectivos términos como “mascota”, “gato siamés” o “perra retorciéndose”, mientras otras como Camille Paglia no se ofendieron tanto y más bien les pareció una letra provocadora.

Tres años después mientras terminaban de tocar “Under My Thumb” en el Altamont Free Concert en 1969 se producía la tristemente célebre pelea que terminó con el asesinato del joven Meredith Hunter a manos de un desquiciado guardia de seguridad afiliado a los Hells Angels.

Posee un fantástico bajo fuzz de Wyman, las distintivas palmas de Jagger y la marimba de Jones.

Continua el disco con “Doncha Bother Me”, un blues a la usanza de los discos anteriores, con Jagger luciéndose en la armónica.

Cerrando el lado A ocurrió otra anomalía. Muchos no entendieron la inclusión de un tema de 11 minutos, aduciendo que en su lugar cabían al menos otras tres canciones.

Sin embargo, fue la demostración de la disposición de los Stones a seguir rompiendo moldes.

La pieza es, en esencia, un blues con elementos folk, que después del cuarto minuto se acelera, comenzando una especie de jamming que podría ser el génesis de “Midnight Rambler” del disco Let it Bleed (1969).

El lado B lo inicia “Flight 505”, un tema que comienza con el piano honky tonk de Stewart  y que rápidamente se convierte en un rock dominado por las guitarras y en el que el bajo fuzz es ejecutado por Richards

Un interesante blues acústico de absoluto aroma rural -años después desplegados en Exile on Main Street– es “High and Dry”, con armónica dominante de Jones, excelente bajo de Wyman y gran presencia de la acústica de Richards

Uno de los grandes temas de Aftermath es “Out of Time”, una canción de aire nostálgico, popularizada también por el cantante Chris Farlowe, con quien en mente Jagger y Richards la habían compuesto.

Los Stones grabaron tres versiones de este tema, siendo la primera grabada en Los Angeles en marzo de 1966, la incluida en esta edición original británica, con la marimba tocada por Jones, la acústica de Richards, el órgano de Stewart y los chasquidos de dedos de Jagger.

Una versión más corta fue incluida en el LP americano Flowers (1967), mas tarde en More Hot Rocks (Big Hits & Fazed Cookies) (1972) y finalmente en GRRR! en 2012.

La tercera versión es la controvertida adaptación orquestada que Allen Klein (propietario de los derechos del catálogo de los años 60) decidió incluir en el compilado de rarezas Metamorphosis en 1975. Fue, de hecho, la instrumentación usada por Farlowe en su versión, cuya voz fue sustituida por la de Jagger.

It’s Not Easy” es otro rocanrol eléctrico, aflorando la eterna influencia de Chuck Berry. Aquí Richards vuelve con el bajo fuzz, un sonido distorsionado que se nota y llena bastante espacio.

Otro tema fabuloso y fuera de la norma es el exquisito “I am Waiting”, en el cual Jones vuelve a demostrar su versatilidad tocando el dulcimer de los Apalaches, influencia que se imbrica con la del folk británico.

Nitzsche vuelve a contribuir con el clavecín, mientras Wyman toca guitarra acústica y una sutil linea de bajo. Jagger contribuye con gran vocalización y una misteriosa letra en la que dice esperar a alguien que viene de algún lugar.

El desfile de temas especiales prosigue con “Take It or Leave It”, una pieza de aroma melancólico y espíritu pop, en la cual Jones toca el koto japonés y el grupo hace coros en falsete.

Otro tema compuesto para Chris Farlowe fue “Think”, que el cantante publicó como single en enero de 1966, tres meses antes que Aftermath, para cuya propia versión sus autores modificaron la tercera estrofa.

El álbum termina con “What to Do”, un sencillo pero atractivo tema, que fue uno de los relegados en la edición norteamericana, junto a “Take It or Leave It”, “Out of Time” y “Mother’s Little Helper”, por la cual se incluyó la fabulosa “Paint it Black”, en la que Jones toca sitar y Wyman el órgano.

Otra de las curiosidades ligada a Aftermath es que los Stones jamás han interpretado en vivo un tema del lado B.

Este es uno de los más importantes álbumes en la larga historia de los Stones ya que representa el momento en que la banda se unió al selecto grupo de agrupaciones de la Primera Invasión Británica que labraban su propio sonido y su propia historia, léase The BeatlesThe WhoThe Kinks y desde este momento, The Rolling Stones.


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