Tenía sólo 27 años y ya había conquistado a millones gracias a su profunda y potente voz. Amy Winehouse estaba en lo más alto de su carrera gracias a su gran talento pero su vida personal se caía a pedazos.
El divorcio de sus padres, cuando Amy tenía nueve años, marcaría un antes y después en su vida, algo que quedó plasmado en canciones como "What Is It About Men". Su adolescencia incluyó la llegada del consumo de drogas y los malos hábitos alimenticios, que serían factor años después de su época más oscura.
A los 19 años firmó su primer contrato y decidió mudarse a Camden, que resultaría ser otra de las causas de la espiral que la llevó a la muerte, en ese barrio se consume gran cantidad de alcohol y drogas. En apenas unos meses resultaba evidente la pérdida de peso de Amy, atribuida al consumo de drogas. Aunque ya era claro que tenía un problema, Winehouse se negó a ir a rehabilitación.
Poco después, la intérprete sufrió la muerte de su abuela Cynthia, ocurrida mientras ella grababa su disco Back to Black en Nueva York. Amy era muy cercana a Cynthia, que fue quien la animó a hacer una carrera en la música.La cantante voló de inmediato a Reino Unido y uno de sus tatuajes más famosos, el de una mujer al estilo de los años 50, era en honor a su abuela.
La llegada de la fama, gracias al disco Back to Black, fue demasiado para Amy, quien de pronto se vio comparada con las mujeres a las que admiraba y era portada de revistas y periódicos. Ser una figura pública y presa de los paparazzi tampoco le ayudó a Winehouse, pues cualquier cosa que hacía: beber en un bar, irse de vacaciones, pelear con Blake Fielder, quedaba registrada y se convertía en escándalo.
Bajo el acoso de la prensa, en 2008 se hacían públicas escenas de la cantante consumiendo drogas. El punto más bajo de Amy llegó cuando tuvo una desastrosa presencia en Glastonbury y su marido estuvo en prisión y solicitó el divorcio apenas salió de la cárcel, un duro golpe para la cantante, quien era dependiente de él.
Aunque parecía que Amy retomaba el control de su vida después de terminar con Blake y comenzar un romance con el cineasta Reg Traviss, así como cantar junto a Tony Bennett, un nuevo escándalo llegó cuando se presentó en un concierto en Belgrado y perdió la voz. El show fue un desastre y canceló su gira europea. Finalmente, el factor detrás de su muerte, fue la recaída que tuvo en su consumo de alcohol. Había perdido el amor, a sus fans y su voz- la única cosa que la apartaba de todo lo demás.
Antes de ir a la cama, la noche del 22 de julio, Amy tuvo una última conversación con su guardaespaldas, Andrew Morris "Me estaba enseñando algunos clips en su laptop y estaba cantando y me dijo 'chico, puedo cantar" y le dije 'claro que puedes cantar'. Ella dijo 'si pudiera regresar solo para caminar por la calle sin problemas, lo haría'".