Después de más de 130 años en el mercado, la reconocida marca Aunt Jemima confirmó que cambiará de nombre e imagen a partir de otoño de este 2020 tras reconocer que los orígenes de los productos de "syrop" y mezcla de pancakes "se basan en un estereotipo racial".
La decisión de la empresa Quaker Oats tiene la intención de "avanzar hacia la igualdad racial” en medio de la creciente lucha internacional contra el racismo tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía en Minneapolis.
Aunt Jemima, representa a una mujer negra basada en un personaje de los "minstrel shows" o teatro musical de 180-1900, en los que actores blancos interpretaban a negros.
La caricatura está enraizada en un estereotipo de la amigable "mammy" mujer afroamericana con delantal y bandana que trabaja como sirviente o niñera en una familia blanca. El término "Aunt Jemima" a veces se considera la versión femenina del "Tío Tom".
La marca había sido objeto de críticas hechas por la llamada "generación mazapán", en las redes sociales y llamados al boicot en los últimos días, en medio de las amplias protestas contra el racismo en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Mineápolis.
"Reconocemos que los orígenes de Aunt Jemima están basados en estereotipos raciales", dijo Kristin Kroepfl, vicepresidenta y presidenta de marketing de Quaker Foods North America en un comunicado. "A medida que trabajamos para hacer progresos hacia la igualdad racial a través de varias iniciativas, también debemos examinar en detalle nuestra cartera de marcas y garantizar que reflejan nuestros valores y cumplen con las expectativas de los consumidores", agregó.
El nuevo nombre y logo no fue anunciado, aunque Quaker dijo que los paquetes sin la imagen de Aunt Jemima empezarán a aparecer en el cuarto trimestre de 2020.
PepsiCo, propietaria de la marca, anunció también el martes una serie de iniciativas por valor de más de 400 millones de dólares en cinco años para apoyar a comunidades negras y aumentar la representación negra en la compañía.
En México, durante la década de 1980, la harina para Hot Cakes se comercializó con el nombre de "La Negrita".